Argentina conmemora el 45 aniversario del golpe militar con homenajes a organismos de derechos humanos y el recuerdo de miles de desaparecidos

Miles plantaron árboles para mantener viva la memoria de 30.000 desaparecidos. Otros marcharon para recordar que la lucha por la verdad, memoria y justicia sigue vigente. El Gobierno homenajeó a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo por su ejemplo de esperanza y resistencia. Otros tantos recordaron una y otra vez que la sociedad ya dijo: "nunca más" al terrorismo de Estado.

Así se conmemoró en Argentina el 45 aniversario del último golpe militar que el 24 de marzo de 1976 derrocó a la presidenta María Estela Martínez de Perón, dando paso a la dictadura más sangrienta en la historia del país, que duró hasta 1983 y que dejó una herida que todavía sigue abierta en la sociedad porque los represores jamás dijeron en dónde están las decenas de miles de desaparecidos.

Por segundo año consecutivo, los organismos de derechos humanos no pudieron realizar la tradicional marcha multitudinaria hacia Plaza de Mayo debido a la pandemia. En 2020, colmaron de pañuelos blancos puertas, ventanas y balcones. Pero hoy, que hay menos restricciones de movilidad, convocaron a sembrar plantas y árboles en recuerdo de los 30.000 desaparecidos.

"Plantemos memoria", fue la consigna establecida que se viralizó desde temprano y que acompañaba las fotos de colectivos que se reunieron en múltiples espacios a lo largo del país. 

"Este 24 de marzo, sembremos 30.000 árboles por nuestros 30.000 compañeros detenidos desaparecidos y por el futuro", convocaron Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio; Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Centro de Estudios Legales y Sociales y Liga Argentina por los Derechos Humanos, entre otros organismos.

"En el marco de una pandemia que nos impide realizar concentraciones de gente, queremos que el recuerdo de nuestros desaparecidos trascienda las redes sociales. La memoria, al igual que la semilla, viene cargada de futuro... invitamos a plantar vida como un acto de memoria y futuro. Porque el recuerdo de cada compañero detenido desaparecido trae consigo el legado de lucha por un país más justo y solidario", agregaron.

En la ahora extinta Escuela de Mecánica de la Armada, que fue uno de los centros clandestinos de detención más grandes de América Latina, y que hoy está reconvertido en el Espacio Memoria y Derechos, las plantaciones fueron escalonadas para que cada organismo pudiera realizar actos en los que participaron sobrevivientes de la represión y nietos recuperados que de bebés fueron robados por los represores y que, gracias al trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo, ya de adultos lograron recobrar su verdadera identidad.

El Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, que agrupa a colectivos de izquierda, decidió diferenciarse y organizó una marcha desde el Congreso a Plaza de Mayo en la que repudió no solo a la dictadura, sino las políticas económicas de ajuste que se siguen aplicando hasta ahora.

Homenaje

La conmemoración comenzó la víspera, con un acto en el que el presidente les entregó el premio Juana Azurduy, nombre de una legendaria heroína latinoamericana, a las Madres y Abuelas de Plaza, esas mujeres que en plena dictadura se plantaron frente a la Casa Rosada para exigir la aparición de sus hijos y sus nietos.

Fernández advirtió que habría que aprovechar el encuentro para explicarle a los jóvenes que tuvieron la suerte de nacer y crecer en democracia, que hubo un tiempo en que eso no existió en Argentina.

"Se llevaron la vida de gente inocente que pagaba con su vida el solo hecho de pensar. Y así acumulamos decenas de miles de argentinos que terminaron muertos, que terminaron desaparecidos, torturados o exiliados. Hubo un tiempo donde a la sociedad le daba miedo enfrentar esa realidad", dijo.

En esa sociedad que estaba tan aterrada, agregó, apareció un día un grupo de madres que les preguntó a los dictadores en dónde estaban sus hijos. "Un conjunto de mujeres que tuvo el coraje que no tuvo el resto y que solamente por eso son inmensas, porque se animaron en una gran soledad, impulsadas por el amor que uno tiene por su hijo", señaló el mandatario.

El presidente explicó que las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo hoy son un modelo a seguir en Argentina, gracias a una tarea en derechos humanos que es reconocida en todo el mundo. "Gracias a Dios que existieron, porque nos pusieron la vara muy alta y nos hicieron ser una mejor sociedad", dijo.

Este miércoles, la vicepresidenta y expresidenta Cristina Fernández de Kirchner participó en otro acto conmemorativo, pero al lado del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.

Ahí, recordó el profundo impacto cultural y económico que dejó la dictadura. "Fue tal el dolor que produjeron, que tal vez no pasa tan advertido lo que venían a hacer: necesitaban de las muertes, la tortura, el exilio y las desapariciones para imponer un modelo económico", dijo.

También explicó que el drama vivido por madres, abuelas, hijos y nietos colocó el foco, de manera natural, en las violaciones de derechos humanos. En esa línea, enfatizó: "Pero realmente realmente lo que se modificó en Argentina fue una matriz de producción económica y un sentido común de nosotros los argentinos (...) eso es lo que verdaderamente vinieron a cambiar el 24 de marzo de 1976".

El silencio que rodea a Isabel Perón, la última presidenta derrocada, a 45 años del golpe militar en Argentina

Fernández de Kirchner denunció que, si bien los represores han sido llevados a juicio, a los empresarios que los instigaron a cometer el golpe de Estado jamás les pasó nada, en referencia a Franco Macri, el fallecido padre del expresidente Mauricio Macri.

"Es más, cuando terminó la dictadura militar terminaron más ricos porque, además, nos dejaron el regalo de la estatización de la deuda externa. Entre ellos la familia y el grupo económico de ya saben quién, un presidente que tuvo la suerte de que la deuda multimillonaria de su familia la terminaron estatizando, que paradoja, ellos tan críticos del Estado", señaló.

Por eso, agregó, este 24 de marzo debe ayudar a reflexionar sobre la necesidad de retomar un modelo de producción y empleo. "Es cierto que las dificultades son inéditas, impensables y por momentos inmanejables, como resulta que está siendo la pandemia en todo el mundo, pero esto requiere de un grado de responsabilidad no solo de quienes gobiernan", dijo.

Cecilia González