Corea del Norte disparó este jueves al menos dos proyectiles, presuntamente misiles balísticos, en lo que viene a ser el segundo lanzamiento de prueba en una semana, según informaron funcionarios de Japón, Corea del Sur y EE.UU.
En virtud de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, Corea del Norte tiene prohibido el uso y aun la posesión de misiles balísticos. Así, de confirmarse en detalle la información, se trataría de la primera prueba de este tipo realizada por Pionyang desde que el presidente de EE.UU., Joe Biden, asumió el cargo en enero.
El primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, precisó que se trata del primer lanzamiento de misiles balísticos norcoreanos desde el 29 de marzo de 2020, ante lo cual convocó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional para discutir la respuesta del Gobierno a las acciones de Pionyang. El encuentro contó con la participación del secretario general del gabinete de ministros, Katsunobu Kato, el ministro de Exteriores, Toshimitsu Motegi, y el ministro de Defensa, Nobuo Kishi.
Suga señaló que los lanzamientos representan una "amenaza para la seguridad y la paz en la región" y "violan las resoluciones de la ONU". "Protestamos enérgicamente y lo condenamos enérgicamente", declaró el primer ministro, asegurando que "discutirá a fondo" con Joe Biden, durante su visita a Washington el próximo mes, las cuestiones relacionadas con Corea del Norte.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Japón afirmó que los presuntos dos misiles balísticos de Corea del Norte "no cayeron dentro del territorio japonés y no se cree que hayan caído dentro de la zona económica exclusiva" de ese país. Según las autoridades, los proyectiles volaron unos 450 kilómetros y su altitud máxima no superó los 100 kilómetros.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur también informó que al menos dos "proyectiles no identificados" fueron disparados al mar de Japón desde la provincia norcoreana de Hamgyong del Sur, en la costa este. El organismo comunicó que Seúl y Washington están analizando los datos del lanzamiento en busca de información adicional, mientras que la Casa Azul, residencia oficial del jefe de Estado y de Gobierno de Corea del Sur, convocará una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional para discutir los lanzamientos, recoge Reuters.
Desde EE.UU., un alto funcionario confirmó a CNN que Corea del Norte lanzó dos misiles balísticos. La inteligencia estadounidense aún está analizando los datos para determinar qué tipo de misil se disparó y hasta dónde llegó. El Comando del Pacífico del Ejército de EE.UU. comunicó que los lanzamientos norcoreanos "ponen de relieve la amenaza que representa el programa de armas ilícitas de ese país para sus vecinos y la comunidad internacional".
Las pruebas de misiles balísticos permitirían a Corea del Norte mejorar su tecnología y enviar una respuesta proporcionada a los ejercicios militares conjuntos de EE.UU. y Corea del Sur, así como hacerle ver a Washington que está mejorando su arsenal, explicó a Reuters un experto en asuntos nucleares del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Vipin Narang.
El segundo lanzamiento en una semana
Previamente, este martes, el periódico The Washington Post reportó que Corea del Norte lanzó "múltiples" misiles de corto alcance el fin de semana pasado, tras denunciar a EE.UU. por seguir realizando ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur. Esos lanzamientos también fueron confirmados por Reuters y AFP.
Al comentar esos reportes, Biden declaró que "es poco lo que ha cambiado" en el Gobierno de Corea del Norte.
Funcionarios de su Administración, a su vez, restaron importancia a esas pruebas y las consideraron como algo "de costumbre", subrayando que los misiles lanzados forman parte del extremo inferior del espectro y no entran dentro de las prohibiciones de pruebas dictadas por el Consejo de Seguridad de la ONU. Además, afirmaron que Biden todavía está abierto a dialogar con Corea del Norte.
Incertidumbre entre Washington y Pionyang
La Administración Biden ha sido hasta ahora cautelosa a la hora de definir públicamente su enfoque hacia Corea del Norte, limitándose a informar que la revisión de la política hacia Pionyang se encuentra en sus "etapas finales" y que el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, discutirá la cuestión la próxima semana con sus homólogos de Japón y Corea del Sur.
Sin embargo, la primera viceministra de Exteriores de Corea del Norte, Choe Son-hui, señaló que la Casa Blanca ha intentado recientemente iniciar contactos con su país, y aseveró que Pionyang no responderá hasta que Washington abandone sus "políticas hostiles" hacia la nación asiática, incluida la realización de ejercicios militares con Corea del Sur.
Las declaraciones de Choe coincidieron con la visita a Corea del Sur del secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, junto con el secretario de Defensa, Lloyd Austin, en lo que supuso el primer viaje al extranjero de miembros de alto nivel de la Administración Biden. En declaraciones realizadas el pasado miércoles 17 en Seúl, Blinken acusó a Corea del Norte de cometer "abusos sistemáticos y generalizados" contra su propio pueblo, al tiempo que subrayó el compromiso de Washington y de sus aliados con la desnuclearización del país.
Entre tanto, Kim Yo-jong, la hermana del líder norcoreano Kim Jong-un, condenó el pasado lunes los ejercicios militares conjuntos de EE.UU. y Corea del Sur, advirtiendo a la Administración Biden que debería abstenerse de "causar hedor a pólvora" si quiere "dormir en paz".
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