Un niño migrante de 9 años muere al intentar cruzar el Río Grande (y la alarmante cifra de fallecidos en la frontera entre EE.UU. y México)
Un niño mexicano de nueve años murió al intentar cruzar el Río Grande, que divide a EE.UU. y a México, en compañía de su madre y un hermano de tres años.
En un comunicado, la Patrulla Fronteriza estadounidense informó que el pasado 20 de marzo sus agentes encontraron a tres personas inconscientes en una isla del lado mexicano del Río Grande: una mujer guatemalteca y dos menores de edad, de nacionalidad mexicana.
Tras el hallazgo, los oficiales les aplicaron primeros auxilios mientras que los transportaban a la costa. La madre y el niño de tres años recobraron el conocimiento, pero el otro pequeño no, por lo que lo trasladaron a los Servicios Médicos de Emergencia del Departamento de Bomberos de Eagle Pass, en Texas, donde no respondió a los intentos de reanimación y fue declarado muerto.
En lo que va de 2021, la Patrulla Fronteriza del Sector del Río ha rescatado a más de 500 personas que buscaban ingresar de manera irregular a territorio estadounidense.
Sin embargo, el año pasado, 248 cadáveres de migrantes fueron encontrados a lo largo de la frontera entre EE.UU. y México, mientras que en 2019 la cifra fue de 300, según cifras proporcionadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) a la Agencia EFE.
¿Cómo está la frontera?
La situación en la frontera ha sido catalogada de crítica, a pesar de que el Gobierno de Joe Biden niegue la existencia de una crisis por el aumento del flujo de migrantes, que buscan cruzar al territorio estadounidense en medio de las difícil situación económica y sanitaria por la pandemia en la región.
En cuanto a los menores de edad, hasta el sábado 20 de marzo, el Gobierno estadounidense tenía bajo su custodia a unos 15.500 niños migrantes no acompañados, incluidos 5.000 adolescentes y niños varados en instalaciones de la Patrulla Fronteriza.
El pasado lunes, fueron difundidas unas imágenes que mostraban las condiciones de hacinamiento dentro de las instalaciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. en Donna, Texas, donde permanecen migrantes, entre ellos familias con niños, antes del traslado a instalaciones operadas por el Departamento de Salud y Servicios Humanos.