El nuevo ministro de Defensa de Brasil dice que el golpe militar de 1964 debe ser "celebrado" en su contexto histórico

Hace 57 años comenzó en el país latinoamericano una dictadura militar que duró 21 años, dejando al menos 434 muertos y desaparecidos.

El recién anunciado ministro de Defensa de Brasil, el general Walter Braga Netto, dijo que el golpe de 1964, que dio inicio a la dictadura militar (1964-1985), debe ser "comprendido y celebrado" en el contexto de la época. 

"Las Fuerzas Armadas terminaron asumiendo la responsabilidad de pacificar el país, enfrentando el desgaste para reorganizarlo y garantizar las libertades democráticas de las que disfrutamos hoy", explicó Braga Netto en un comunicado publicado con motivo de los 57 años del golpe del 31 de marzo de 1964.

Braga Netto afirmó que en aquella época los brasileños "se movilizaron en las calles, con el apoyo de la prensa, los líderes políticos, las iglesias, el sector empresarial y diversos sectores de la sociedad organizada y las Fuerzas Armadas interrumpiendo la escalada del conflicto, que resultó en el movimiento del 31 de marzo de 1964".

Según el ministro, "el movimiento de 1964 es parte de la trayectoria histórica de Brasil" y, en su opinión, "así deben ser comprendidos y celebrados los acontecimientos de aquel 31 de marzo". 

Muertos y desaparecidos

El golpe de 1964, que derrocó al presidente Joao Goulart, instauró un régimen que duró hasta 1985. En 2014, la Comisión Nacional de la Verdad, grupo encargado de investigar los crímenes durante la dictadura, concluyó que las persecuciones, torturas y ejecuciones en aquellos años fueron "sistemáticas" y dejaron al menos 434 muertos y desaparecidos.

Las palabras de Braga Neto se producen un día después de una de las mayores crisis de la historia del país entre los militares y el Gobierno, que provocó la salida simultánea de los tres comandantes de las Fuerzas Armadas.

Ya el lunes, el presidente, Jair Bolsonaro, decidió sustituir a su ministro de Defensa, Fernando Azevedo e Silva, por el general Braga Netto. Según los analistas, estos cambios están relacionados con las fricciones entre Bolsonaro y los comandantes por los intentos del presidente de politizar las Fuerzas Armadas.