El Ministerio de Exteriores de Rusia ha calificado la decisión de las autoridades checas sobre la expulsión de sus diplomáticos del país como "un paso hostil" y "sin precedentes" que "continúa la serie de acciones antirrusas emprendidas por la República Checa en los últimos años".
Las afirmaciones de Praga sobre la involucración de los servicios de inteligencia rusos en las explosiones en los depósitos militares de 2014 en la localidad de Vrbetice son "pretextos infundados y descabellados", afirmó el ministerio en un comunicado, agregando que "previamente las autoridades checas atribuían la responsabilidad por las explosiones a las empresas que poseen estos depósitos".
"También es imposible no ver la huella estadounidense", indicaron desde la Cancillería rusa. "En su esfuerzo por complacer a EE.UU. en el contexto de las recientes sanciones estadounidenses contra Rusia, las autoridades checas han superado incluso a sus amos de ultramar en ese aspecto", señalaron.
Al manifestar su protesta "enérgica" ante Praga, Moscú aseveró que va a tomar contramedidas "que harán que los autores de esta provocación se den cuenta de toda la responsabilidad que llevan por la destrucción de las bases del desarrollo normal de las relaciones" entre los dos países.