Descubren que las viudas negras hembra devoran a su pareja incluso antes de terminar de aparearse
Las hembras de la especie de araña Latrodectus mirabilis, conocida como viuda negra, empiezan a devorar a su pareja en medio de la transferencia de esperma durante la copulación, una forma única de canibalismo sexual que no se había reportado previamente en esta variedad, según un nuevo estudio publicado en la revista Behavioral Processes.
Un equipo de investigadores de Canadá ha descrito el perturbador comportamiento durante el apareamiento de estos arácnidos, endémicos de América del Sur, después de llevar a cabo observaciones de laboratorio.
"Agarran y perforan las patas" del macho con sus quelíceros, unos fuertes apéndices frontales con colmillos, y se llevan el abdomen de sus compañeros a la boca para comérselos, explican los investigadores. Un video deja en evidencia el infortunado final para un macho que sirve de alimento para su pareja de mayor tamaño.
El equipo recolectó arañas jóvenes machos y hembras del campo en Uruguay, y los colocaron en jaulas de plástico en el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable, en Montevideo. Luego, monitorearon su desarrollo hasta que alcanzaron la madurez sexual para analizar sus interacciones.
En general, el 70 % de las hembras devoraron a su primer compañero, mientras que si la hembra ya se había apareado anteriormente este número ascendió a 85 %. Además, los especialistas descubrieron que el canibalismo no impide la transferencia de esperma.
Por su parte, la autora del estudio, Luciana Baruffaldi, señaló a New Scientist que todavía no está claro cómo se beneficia el macho del canibalismo sexual, aunque podría "obtener algunas ventajas al ser devorado durante el apareamiento", como la prolongación de la cópula.
Según la experta, en especies como la araña de lomo rojo (Latrodectus hasselti) y la araña viuda marrón (Latrodectus geometricus) los machos impulsan el proceso de canibalismo cuando se dan la vuelta para "ofrecer" su abdomen a la hembra. Pero, en el caso de las Latrodectus mirabilis, este acto es iniciado por las hembras y no facilitado por sus parejas como ocurre en las otras especies, concluyen los autores.