El ministro de Defensa de Filipinas, Delfin Lorenzana, ha aseverado que su país continuará con los ejercicios marítimos dentro de su Zona Económica Exclusiva (ZEE) de 200 millas (280 kilómetros) en el mar de la China Meridional, a pesar de un llamado de Pekín para detener las acciones que, según el gigante asiático, podrían intensificar las disputas en la región, informa Reuters.
La Guardia Costera y la Oficina de Pesca y Recursos Acuáticos de Filipinas iniciaron los ejercicios marítimos el mes pasado, aumentado su presencia en el área para contrarrestar la presencia "amenazante" de barcos chinos, según el titular del organismo. "El Gobierno no vacilará en su posición", agregó Lorenzana.
El mar de la China Meridional ha sido una fuente constante de tensión durante años al ser objeto de reclamaciones territoriales y marítimas de múltiples actores: China, Vietnam, Filipinas, Taiwán, Malasia, Indonesia y Brunei.
La región, rica en recursos, es también una importante vía internacional por la que pasan billones de dólares en tráfico marítimo cada año. Un fallo de 2016 del tribunal de arbitraje en La Haya estipuló que el reclamo de Pekín a casi todo el mar de la China Meridional era incompatible con el derecho internacional.
La constante presencia de cientos de barcos chinos en la ZEE de Filipinas ha reavivado las tensiones entre los países, a pesar de la amistad del presidente Rodrigo Duterte con Pekín, señala el medio.
Lorenzana indicó que sus comentarios se hicieron eco de la postura de Duterte sobre el tema, citando las órdenes "muy firmes y directas" del mandatario para que el Ejército filipino "defienda lo que es legítimamente nuestro sin ir a la guerra y mantenga la paz en los mares".
Reclamos sobre los recursos petroleros y mineros
A finales de abril, el mandatario filipino aseguró estar dispuesto a enviar embarcaciones militares al mar de la China Meridional para reivindicar los reclamos del país sobre sus recursos petroleros y mineros contenidos en aguas disputadas con Pekín.
Durterte advirtió que Filipinas no puede hacer nada para terminar con la presencia china en su ZEE. Sin embargo, aseguró estar listo para luchar y reclamar los minerales e hidrocarburos en caso de que China comience a explotarlos.
Las declaraciones del presidente llegan semanas después de que su Administración presentara reclamos diplomáticos por el avistamiento de construcciones "ilegales" y la presencia en marzo de más de 200 embarcaciones pesqueras chinas frente a una de las islas Spratly, un archipiélago que es reclamado por Filipinas, Malasia, Brunéi, Vietnam y China.
Las crecientes tensiones entre Filipinas y China han llevado a Manila y a Washington a retomar ejercicios navales en el mar de la China Meridional, actividades que fueron respaldadas por una advertencia del portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, a Pekín, en las que recalcó que cualquier ataque contra las Fuerzas Armadas, embarcaciones o aviones filipinos en el Pacífico activará el Tratado de Defensa Mutua entre EE.UU. y Filipinas.