Mineros ilegales atacaron con armas el lunes la comunidad de Paliminú, dentro del Territorio Indígena Yanomami en el estado de Roraima, y los indígenas respondiendo con flechas y escopetas.
El presidente del Consejo Distrital de Salud Indígena Yanomami y Yekuana (Condisi-YY), Junior Hekurari, comentó que tres mineros ilegales murieron y cinco resultaron heridos, así como también un yanonami que no está grave.
"Los indígenas de la comunidad me confirmaron que murieron tres y los propios 'garimpeiros (mineros artesanales)' se llevaron los cuerpos", explicó Hekurari, que se trasladó hasta el lugar, al portal Amazonia Real.
Sin embargo, el mismo medio recoge el testimonio de un indígena que afirma que no hubo muertos. "Sobre las 11 de la mañana, llegaron diez lanchas con mineros armados con pistolas y empezaron a disparar. Nadie murió, gracias a dios", asegura. El joven repite varias veces que están "con mucho miedo" y pide ayuda a la Policía Federal y al Ejército para garantizar su seguridad.
Según los testimonios, los 'garimpeiros' rompieron la barrera sanitaria construida por los indígenas hace seis meses para impedir su paso. El portal Amazonía Real señala que estos 'garimpeiros' podrían estar vinculados al Primer Comando de la Capital (PCC), la organización criminal más poderosa de Brasil, que domina el narcotráfico en Roraima y "ya opera en minas de oro ilegales dentro del territorio indígena".
Tres ataques en 15 días
En un video que circula en las redes se observa el momento en el que una lancha accede al poblado y comienzan a disparar. Mujeres con bebés en brazos y niños corren para protegerse del ataque.
El presidente de Condisi-YY apuntó que es el tercer ataque en menos de 15 días en la zona. El Territorio Indígena Yanomami es la reserva más grande de Brasil y cubre aproximadamente 10 millones de hectáreas entre los estados de Roraima y Amazonas. Cerca de 27.000 indígenas viven en está región, objetivo de los mineros ilegales en busca de oro. La asociación Hutukara Yanomami (HAY) calcula que hay unos 20.000 'garimpeiros" en territorio yanomami.
Un reciente informe recoge que la minería ilegal destrozó en 2020 un total de 2.400 hectáreas, una área equivalente a 500 campos de fútbol, de tierras protegidas de los indígenas yanomamis. Ni siquiera la pandemia impidió que esta actividad ilegal se expandiese un 30 % el año pasado en estas zonas.
El estudio también alertó del riesgo que supone la presencia de los invasores para la vida de los pueblos indígenas. En junio del año pasado, dos jóvenes yanomami fueron asesinados a tiros.