Egipto es un país crucial para la expansión de la influencia de China e Irán por Oriente Medio y África, debido a su papel de acceso al mercado de energía panárabe.
Sobre este telón de fondo, el desarrollo e interconexión de las redes eléctricas es imprescindible para complementar y reforzar las presentes y futuras rutas de petróleo y de gas en la región, que a medida que se expanden requieren una infraestructura permanente conectada y un amplio personal de seguridad que la proteja, señala el portal OilPrice.
El ministro de Electricidad y Energía Renovable de Egipto, Mohamed Shaker, anunció la semana pasada que su país busca aumentar sus intercambios de electricidad con varios vecinos como parte de sus planes para convertirse en un centro energético regional.
A medida que vaya disminuyendo la influencia estadounidense en Oriente Medio desde que el expresidente Donald Trump anunció planes de repliegue, hay dos factores que convierten a Egipto en un factor clave para las ambiciones de Irán en la región y que encajan bien en la estrategia china de la Nueva Ruta de la Seda.
En primer lugar reside en el hecho de que Egipto se viene posicionando desde hace tiempo como un líder en el mundo árabe, tanto política como militarmente.
El segundo factor se explica porque Egipto no es solo una parte política de Oriente Medio, sino también una parte política y geográfica de África, lo que lo convierte en un punto de tránsito esencial para el petróleo, el gas y otras mercancías que Irán y China puedan querer transportar al continente desde Oriente Medio.
Oleoducto Irak-Jordania
En este contexto, la posibilidad de que se amplíe el proyecto de oleoducto entre Basra (Irak) y Aqaba (Jordania) no es casual. Recientemente, los representantes de Irak y de Egipto consideraron la posibilidad de extender la ruta hacia Egipto como "una adición importante y un nuevo punto de salida de exportaciones al norte de África".
Ya en su forma inicial, la ruta de 1.700 kilómetros le abrirá a Irán una vía de exportación alternativa a una ruta históricamente vulnerable a través del estrecho de Ormuz, complementando al mismo tiempo los planes para el oleoducto Guriyeh-Jask y el proyecto de una ruta hacia Siria. Además, serviría de pantalla para el crudo iraní camuflado como petróleo iraquí, que luego podrá ser enviado tanto a Occidente como a Oriente.
La expansión del oleoducto Basra-Aqaba hasta Egipto también vendría asociada a la posibilidad de excluir cualquier amenaza terrestre o marítima por parte de Israel.
Ambiciones eléctricas
Con la mira puesta en esta ampliación, el ministro Shaker confirmó en su declaración que está siendo estudiado un proyecto de interconexión eléctrica con Irak que aumentaría los lazos energéticos de Egipto con Jordania. El ministro también expresó el deseo de su país de impulsar la capacidad de interconexión con los países del Máshrek, región que incluye a Egipto, Palestina, Jordania, Líbano, Siria, Arabia Saudí, Sudán, Yemen, Irak, Catar, Baréin, Omán, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos, así como del Magreb (Argelia, Libia , Mauritania, Marruecos y Túnez).
De hecho, el lazo eléctrico Egipto-Jordania lleva mucho siendo parte de un proyecto de conexión mayor que implica a ocho países, la mayor parte del cual ha sido ya completado.
Teniendo en cuenta estos lazos a distintos niveles con Jordania, Siria e Irak, entre otros, Egipto estará conectado con Irán por defecto. Ello se debe a que Irak recibe entre el 30 y el 40 % de su electricidad de las redes iraníes. Recientemente, ambos países firmaron un acuerdo de dos años de duración sobre los suministros desde Irán, además de otro sobre la cooperación en el sector. El año pasado las exportaciones de electricidad iraní a otros países vecinos aumentaron en un 27,6%, superando 8.000 millones de kilovatios hora.
Mientras tanto, el ministro de Electricidad de Irak, Majid Mahdi Hantoush, ha recordado que su país esté trabajando para conectar su red energética con las de Jordania mediante una línea de 300 kilómetros de largo —proyecto que se completará en el curso de 2 años—; al tiempo que ha anunciado la finalización de los planes para realizar la conexión de Irak con Egipto dentro de tres años, que será parte de un proyecto general para establecer un mercado eléctrico árabe conjunto.
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