El ciberataque que hace unos días socavó los suministros de combustibles en el este de Estados Unidos, generando una crisis de acceso a gasolina, podría haber sido orquestado por agentes secretos estadounidenses y no por 'hackers' extranjeros, según lo sugiere una experta rusa en seguridad informática.
Natalia Kaspérskaya ha recordado este viernes en declaraciones a RIA Novosti que la CIA cuenta con un grupo de expertos muy hábiles en borrar sus huellas digitales y que son capaces de hacerse pasar por 'hackers' extranjeros a la hora de realizar ataques como el que paralizó los sistemas de la operadora de oleoductos Colonial Pipeline. Cofundadora y exdirectora general de Kaspersky Lab, Kaspérskaya hace diez años que ya no está relacionada con esa empresa de ciberseguridad y actualmente dirige la compañía Info Watch, que tampoco está vinculada con Kaspersky Lab.
Gracias a las filtraciones de WikiLeaks divulgadas en medios estadounidenses, se dio a conocer en 2017 la existencia de un grupo llamado UMBRAGE. En aquel entonces, USA Today reportó que agentes secretos "podrían haber estado catalogando los métodos de 'hackers' ajenos, incluidos rusos, que permitirían a la agencia enmascarar su identidad aplicando estos métodos durante el espionaje".
Asimismo, recordó que en los materiales de WikiLeaks se enumeraron los países de cuyos hackers se aprovechaba UMBRAGE: Rusia, Corea del Norte, China e Irán. "Así que no se puede decir con certeza que fuera un grupo ruso que realizó el ataque o que no fuera una provocación orquestada por ellos mismos de allí o de ningún otro país", recalcó Kaspérskaya, que pasar por ser una de las mujeres más ricas de Rusia.
Mientras, el presidente estadounidense, Joe Biden, señaló este jueves en la Casa Blanca que el ataque del 7 de mayo procedía de Rusia: "No creemos que el Gobierno ruso haya estado involucrado en el ataque, pero hay firmes razones para creer que los delincuentes que lo realizaron viven en Rusia, es de dónde llegó".
Colonial Pipeline, que permaneció desconectada hasta la noche del miércoles, anunció el jueves que había reiniciado su sistema, reanudando los suministros a sus mercados, si bien precisó que el regreso a su normal funcionamiento podría prolongarse por unos días.
- La empresa privada suministra el 45 % de los combustibles, incluida gasolina y diésel, a la costa oriental de EE.UU., transportando 2,5 millones de barriles al día. La suspensión del suministro se tradujo en largas colas en gasolineras y compras de pánico, provocando un déficit y disparando el precio de la gasolina hasta los 2,99 dólares por galón [4,55 litros], el máximo desde noviembre de 2014. Se reportó que más de 1.000 gasolineras en la región habían agotado sus reservas.
- Georgia, Carolina del Norte y Florida declararon el estado de emergencia este martes y ajustaron regulaciones para acelerar los suministros de combustible.
- La agencia Bloomberg informó este jueves, citando dos fuentes, que horas después del ataque, Colonial Pipeline pagó 5 millones dólares en una criptomoneda para desbloquear sus sistemas de transporte de combustibles paralizados por un virus maligno, atribuido al colectivo DarkSide.
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