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Una mujer cruza toda España para encontrar a sus dos hijas entre los cientos de menores marroquíes que llegaron a Ceuta
Residente en Cataluña, llevaba años sin ver a las pequeñas, de 13 y 14 años, que vivían en Marruecos con la familia de su padre.
Una mujer, residente en un pueblo de Tarragona (Cataluña), ha cruzado toda España para reunirse con sus dos hijas de 13 y 14 años, que se encontraban entre los cerca de 2.000 menores que este lunes y martes cruzaron la frontera que separa Marruecos de la ciudad española de Ceuta.
La mujer seguía las noticias de la llegada de migrantes, puesto que sus hijas vivían en Marruecos con la familia de su padre, fallecido en 2018, cuando recibió el mensaje de que las menores también habían cruzado la frontera y se encontraban en territorio español. Según informan los medios locales, la habrían avisado miembros de la familia paterna.
No dudó en embarcarse en un viaje de más de 1.000 kilómetros en coche portando consigo la documentación que le iba a permitir reunirse de nuevo con sus hijas. La mujer, de nacionalidad española y de 49 años, llevaba los DNI de las dos menores, de cuando eran casi bebés, así como la partida de defunción del padre.
Se avisó a la Fiscalía de menores y a Extranjería, que localizaron en una de las naves habilitadas para acoger a los menores migrantes en el polígono industrial de El Tarajal, lindante con la frontera, a dos hermanas de 13 y 14 años que respondían al perfil buscado.
Allí mismo se produjo el reencuentro familiar. Agentes antidisturbios acompañaron a la madre hasta la nave y las niñas la reconocieron al instante. La mujer ya se ha llevado consigo a sus hijas de vuelta al municipio catalán en el que reside.
Según recoge el Confidencial, la historia de esta familia se remonta a un par de décadas atrás, cuando esta mujer se enamoró de un marroquí y se fue a vivir con él a su país, donde formaron una familia. Con el paso de los años, la relación terminó y ella se trasladó a España con tres de sus hijos dejando a las dos niñas en Marruecos. A pesar de la separación, la relación continuó siendo buena y los adultos viajaban periódicamente tanto a Marruecos como a España.
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