El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, pidió este jueves a su ministro de Salud, Marcelo Queiroga, que instrumente una normativa para que el uso de mascarillas deje de ser obligatorio en el país para las personas vacunadas y las que ya se han recuperado del covid-19.
El mandatario, quien se ha opuesto a los confinamientos y al distanciamiento social a pesar de que su país ocupa a escala mundial el segundo lugar en letalidad del coronavirus, declaró en un discurso que la mascarilla es un "símbolo" para quien está infectado.
"La cuarentena es para los infectados"
De la misma manera, Bolsonaro volvió a arremeter contra el aislamiento social, afirmando que "la cuarentena es para los infectados, no para todos". En ese orden, enfatizó que el confinamiento "destruye empleos", así como "mata personas por hambre, depresión, aumenta la violencia doméstica, el abuso contra los niños".
Desde el inicio de la pandemia, el mandatario brasileño se ha mostrado reacio a establecer protocolos sanitarios y adoptar resoluciones para evitar el avance de los contagios del coronavirus, argumentando que ante todo es preciso restablecer las actividades económicas.
A finales de mayo, Bolsonaro participó sin mascarilla en una controversial caravana de motociclistas en la ciudad de Río de Janeiro, donde hubo grandes aglomeraciones a pesar de que estaban prohibidos los actos públicos.
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