Cuatro agentes saudíes, que participaron en el asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi en 2018, habrían recibido entrenamiento paramilitar en EE.UU. en virtud de un contrato aprobado por el Departamento de Estado norteamericano, informa The New York Times.
La capacitación fue proporcionada en 2017 por Tier 1 Group, que es propiedad de la firma de capital privado Cerberus Capital Management, y fue de naturaleza defensiva y diseñada para proteger a los líderes saudíes, según el reporte.
En respuesta al informe del diario, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, se negó a confirmar si otorgó licencias al Grupo Nivel 1 para el entrenamiento saudí.
"Esta Administración insiste en el uso responsable de los equipos de defensa de origen estadounidense y la capacitación de nuestros aliados y socios, y considera las respuestas apropiadas si ocurren violaciones", aseveró Price. "Arabia Saudita enfrenta amenazas importantes a su territorio y estamos comprometidos a trabajar juntos para ayudar a Riad a fortalecer sus defensas".
Khashoggi, que escribía artículos para periódicos como The Washington Post y The Guardian en los que criticaba la política de Riad en relación con Catar y Canadá, la guerra en Yemen y sus duras medidas contra la disidencia, abandonó Arabia Saudita en 2017 alegando su temor a posibles represalias.
El 2 de octubre de 2018, el periodista fue al consulado de su país en Estambul para obtener unos documentos que necesitaba para poder casarse, pero nunca volvió a salir del edificio. Se cree que fue asesinado y desmembrado por un equipo de agentes vinculados al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán. Los restos de Khashoggi nunca fueron encontrados.
En febrero, un informe de los Servicios de Inteligencia estadounidense reveló que Mohamed bin Salmán había aprobado personalmente la operación "para capturar o asesinar al periodista".
Posteriormente, el presidente estadounidense Joe Biden se negó a aplicar sanciones contra el propio príncipe heredero saudita, destacando que históricamente no castigan a líderes de gobiernos aliados. Sin embargo, durante la campaña presidencial, el mandatario prometió castigar a los principales líderes de la monarquía árabe.
Uno de los ejecutivos de Cerberus, Louis Bremer, confirmó el año pasado el papel de su compañía en la capacitación de cuatro miembros del equipo de exterminio de Khashoggi en respuestas escritas a preguntas de miembros del Congreso de EE.UU. como parte de su nominación para un puesto de alto nivel en el Pentágono en la Administración Trump, según el medio.
Pero los legisladores nunca recibieron las respuestas porque la Casa Blanca no parece haberlas enviado al Congreso antes de retirar la nominación del ejecutivo de la firma, señala el periódico, asegurando que el propio Bremer le proporcionó el documento.