La Sala I del Tribunal de Sentencia Nacional de Honduras declaró culpable a Roberto David Castillo Mejía como coautor por el asesinato de la activista ambiental e indígena Berta Isabel Cáceres, ocurrido en 2016.
"Esta es una victoria popular del pueblo hondureño", dijeron desde el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), organización de la cual Cáceres fue cofundadora.
Cáceres fue asesinada el 2 de marzo de 2016, mientras dormía en su casa en la Residencial El Líbano en la ciudad de La Esperanza, departamento de Intibucá, en el occidente de Honduras.
La activista, con el COPINH, enfrentó durante años a la compañía Desarrollos Energéticos S.A. (DESA) y su proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, que impactaba al río Gualcarque, indispensable para la sobrevivencia del pueblo indígena lenca.
Castillo, quien fue teniente segundo en inteligencia militar en el Ejército de Honduras (2006-2011), ocupó la presidencia ejecutiva de DESA y fue señalado como coautor intelectual del asesinato de Cáceres.
Justamente al cumplirse dos años del asesinato, el 2 de marzo de 2018, Castillo Mejía fue detenido en el aeropuerto de San Pedro Sula, cuando estaba a punto de tomar un avión para volar a la ciudad estadounidense de Houston.
De acuerdo con el Ministerio Público, Castillo podría enfrentar una pena de entre 25 y 39 años de cárcel, pero la sentencia se conocerá el próximo 3 de agosto.
Condenas previas
En diciembre de 2019, la Justicia hondureña condenó con entre 30 y 50 años de prisión por este asesinato, y también el intento de homicidio del líder ambiental mexicano Gustavo Castro Soto, al oficial del Ejército Mariano Díaz, al exmilitar Douglas Geovanny Bustillo, al exgerente de la empresa del Proyecto Agua Zarca Sergio Ramón Rodríguez y al militar retirado Henry Hernández.
También fueron condenados los señalados como sicarios Elvin Heriberto Rápalo Orellana, Edilson Duarte Meza y Óscar Arnaldo Torres Velásquez.