El primer ministro interino de Haití declara el estado de sitio en todo el país tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse

Claude Joseph pide calma a la población y asegura que el magnicidio obtendrá justicia.

El primer ministro interino de Haití, Claude Joseph, declaró este miércoles el estado de sitio en todo el país tras el asesinato esta madrugada del presidente Jovenel Moïse.

"En estricta aplicación del artículo 149 de la Constitución y tras un Consejo de Ministros Extraordinario hemos decidido declarar el estado de sitio en todo el país", informó en rueda de prensa.

El mencionado artículo de la carta magna haitiana recoge que en caso de vacante de la Presidencia de la República, "ya sea por renuncia, destitución, muerte o por incapacidad física o mental permanente", el Consejo de Ministros, bajo la presidencia del Primer Ministro, "ejerce el Poder Ejecutivo hasta la elección" de otro jefe de Estado. 

Joseph pidió "calma" a la población y "compartir la pena" por el asesinato del mandatario. "Hemos hecho un llamamiento a la inteligencia en un momento difícil (...) el presidente Moïse era un hombre valiente", dijo.

"Los asesinos del presidente Jovenel Moïse pagaran por lo que han hecho ante la Justicia", destacó el primer ministro interino, quien añadió que "la seguridad del país está bajo control" a través de la Policía Nacional y el Ejército. 

Asesinado en su residencia

El mandatario fue asesinado anoche en un ataque armado en su residencia privada en Puerto Príncipe por un grupo de personas desconocidas que hablaban "inglés y español", según explicó Joseph.

La primera dama, Martine Moïse, resultó herida de bala durante el ataque y su estado es incierto.

Moïse, de 53 años, asumió la Presidencia del país más pobre de América el 7 de febrero de 2017 y sus últimos meses de mandato estuvieron rodeados por la polémica, ya que sus detractores no reconocían su legitimidad como presidente.

Haití, con 11,2 millones de personas, sufre una profunda crisis de violencia agravada en las últimas semanas por las luchas territoriales entre pandillas y bandas armadas que se disputan el control de los barrios más pobres de de Puerto Príncipe. Hace unos días, el mandatario pidió ayuda internacional para combatir a estos grupos.

La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) estima que casi 6.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en la capital haitiana por los constantes enfrentamientos entre grupos criminales.