La empresa israelí Aleph Farms, que saltó a la fama por imprimir con éxito la primera carne de vaca extraterrestre en la Estación Espacial Internacional y crear el primer ojo de costilla impreso en 3D, ha anunciado esta semana en un comunicado compartido con Bloomberg que ha logrado atraer 105 millones de dólares en inversiones para comercializar sus productos y llevarlos al mercado el próximo año.
Con ese dinero, la 'startup' planea aumentar su escala de fabricación y ampliar su gama de filetes de ternera cultivada. En un principio, quiere vender sus productos a restaurantes y ya está negociando con los reguladores de varios países sobre la posibilidad de comercialización. La compañía busca alcanzar la paridad de precios con la carne convencional en cinco años después de su salida al mercado.
Actualmente, la financiación total de Aleph Farms se eleva a 118 millones de dólares, lo que la convierte en la tercera empresa emergente de carne cultivada con más fondos, según datos de Dealroom.
La 'startup' israelí, que extrae células de vacas vivas para producir carne mediante tecnología de bioimpresión tridimensional y componentes naturales, llamó la atención en los últimos años al crear un filete y un ojo de bife sin recurrir a ingeniería genética ni al sacrificio animal.
Su técnica reproduce el proceso del crecimiento de las células vivas, que luego se incuban para crecer e interactuar, a fin de adquirir una textura, grasa, músculos reales y sistema vascular similar al chuletón de una vaca sacrificada.
En 2019, Aleph Farms creó la primera carne de vaca en el espacio en colaboración con la empresa rusa 3D Bioprinting Solutions. La bioimpresora, que se encontraba a bordo del segmento ruso de la EEI, aprovechó el campo magnético artificial para la síntesis de tejidos.