El pasado domingo, la empresa Virgin Galactic realizó con éxito su primer vuelo suborbital con pasajeros a bordo de la nave SpaceShipTwo VSS Unity. El propietario de la compañía, el multimillonario británico Richard Branson, estuvo entre los primeros turistas espaciales.
El evento marca el inicio del turismo espacial comercial. Durante su vuelo, la nave traspasó la llamada línea de Kármán, a 80 kilómetros de altura, que se considera por la Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA, por sus siglas en inglés) como el inicio del espacio exterior.
Rivalidad entre los primeros
Con este lanzamiento, Brenson se adelantó en nueve días al primer vuelo con pasajeros de la empresa rival Blue Origin, de Jeff Bezos; y en cerca de dos meses, al lanzamiento al espacio de un equipo de civiles por SpaceX, de Elon Musk.
Desde Blue Origin indicaron que su nave volará más alto que la de Virgin Galactic. "Para el 96 % de la población mundial, el espacio comienza a 100 kilómetros de altura en la línea de Kármán, reconocida internacionalmente", escribió la compañía de Bezos en Twitter, y agregó que "solo el 4 % del mundo" reconoce el límite de 80 kilómetros.
Una 'megaindustria' naciente
El vuelo del VSS Unity podría ser una inspiración para el capital privado que "ahora está fluyendo hacia el sector especial", cree el profesor de estudios empresariales del Trinity College de Dublín, Louis Brennan.
"Con el despegue del turismo espacial y, en general, el negocio del espacio, Bezos, Branson y Musk ya no pueden ser invalidados como niños ricos con juguetes. Han aportado un renovado espíritu pionero y celo e intensidad emprendedores al sector espacial. Al hacerlo, han logrado avances sustanciales en el avance de la frontera del espacio y el turismo espacial", opina Brennan.
Según predicciones de Morgan Stanley, hacia 2040 las inversiones en esta industria casi se triplicarán, superando el billón de dólares. Mientras, la Cámara de Comercio de EE.UU. evaluó en 2019 que el volumen económico de los vuelos espaciales comerciales será hacia el mismo año de 1,5 billones de dólares, recoge Fortune.
Perspectivas de Virgin Galactic
Con el inicio de los vuelos comerciales, la empresa de Branson espera recuperar los casi 890 millones de dólares que ha perdido desde 2017.
En noviembre de 2020, el director ejecutivo de la compañía, Michael Colglazier, pronosticó que recibirá anualmente 1.000 millones de dólares por base espacial. Con ese objetivo, Virgin Galactic realizará 400 vuelos al año por cada puerto espacial. Actualmente, dispone de solo una instalación de este tipo, Spaceport America, en Nuevo México.
Cabe mencionar que la compañía recibió el permiso oficial de la FAA para llevar turistas al espacio a finales de junio. Entonces, sus acciones crecieron de alrededor de 40 dólares a más de 56, sin embargo, luego han retrocedido y se venden ahora por cerca de 42,4 dólares.
Turismo no para todos
Aunque las compañías han podido bajar notablemente los costes, este tipo de turismo todavía es accesible solamente para los millonarios.
Así, el billete para un vuelo de Virgin Galactic se vende por 250.000 dólares, pero las cifras anunciadas por Colglazier sugieren que se planea elevarlas hasta alrededor de 400.000 dólares. Sin embargo, el precio no repele a aspirantes ricos. Cerca de 600 personas, entre ellos Elon Musk, Leonardo DiCaprio y Justin Bieber, ya se han inscrito.
Por su parte, Blue Origin todavía no ha revelado el precio fijo del vuelo. En junio, subastó un lugar en el próximo lanzamiento por 28 millones de dólares. La oferta inicial era de 4,8 millones. Lo mismo sucede con el vuelo comercial de la nave Crew Dragos, de SpaceX y fabricante de módulos orbitales Axiom Space, a la Estación Espacial Internacional. Los cuatro primeros turistas espaciales de la compañía de Musk habrían pagado 55 millones de dólares cada uno.
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