Identifican las huellas más antiguas de la vida primordial en la Tierra datadas hace 3.400 millones de años
Dos finas capas extraídas de una roca recolectada en Sudáfrica contienen los restos fosilizados de lo que serían unos de los primeros microorganismos en la Tierra. Según la datación elaborada por un equipo científico internacional en un estudio publicado en la revista Science Advances, estos habitaron el fondo marino cerca de unas fuentes geotermales hace aproximadamente 3.420 millones de años.
Las muestras fueron halladas en la sierra de Makhonjwa —conocida también como cinturón de rocas verdes de Barberton—, que contiene algunas de las rocas sedimentarias más antiguas y mejor conservadas del planeta. Los microfósiles identificados, que tienen una vaina externa rica en carbono y un núcleo químicamente distinto, consistente con las paredes celulares o membranas que envuelven a su materia intracelular.
La autora principal del estudio, la profesora asociada Barbara Cavalazzi, ve en estas capas antiguas una "evidencia excepcionalmente bien conservada de microbios fosilizados que parecen haber proliferado sobre las paredes de las cavidades creadas por el agua tibia de los sistemas hidrotermales a pocos metros por debajo del lecho marino".
Este hábitat primordial aprovechaba el calor de la actividad volcánica submarina para albergar "algunos de los ecosistemas microbianos más antiguos de la Tierra" y se trata del "ejemplo más antiguo que hemos encontrado hasta la fecha", explica la científica en un comunicado de la Universidad de Bolonia, que dirigió la investigación.
El análisis químico de las muestras indicó que ambas capas contienen la mayoría de los elementos necesarios para la vida. Está también presente el níquel, cuyas concentraciones en compuestos orgánicos señalan cómo podía ser el metabolismo primordial y son consistentes con los niveles de este elemento metálico presentes en los microbios modernos conocidos como arqueas, que viven en ausencia de oxígeno y usan metano para su metabolismo.
La identificación de estos microorganismos fosilizados como procariotas quiere decir que probablemente no tenían núcleos, pero sí ADN desplegado en el citoplasma. Aunque había constancia de que las arqueas podían fosilizarse, los científicos tenían muy pocos ejemplos directos de esta capacidad, explicó la investigadora principal. El hallazgo de Sudáfrica y su análisis extiende el registro de fósiles de esta clase por primera vez hasta la era cuando la vida apenas había surgido en nuestro planeta.
Cavalazzi concluyó que, como también se encuentran entornos similares en Marte, el estudio podría tener "implicaciones para la astrobiología y las posibilidades de encontrar vida más allá de la Tierra".
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