El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dio algunos detalles sobre el proceso de diálogo político que adelanta su administración con el ala radical de la oposición, liderada por el exdiputado Juan Guaidó, que ha estado involucrada en distintos planes con fines sediciosos.
Maduro adelantó este domingo en Caracas que en la agenda de ese "diálogo político de paz", se abordan "siete títulos" que en esto momento se están debatiendo, para finiquitar, "en los próximos días", "la fecha y el lugar de la reunión".
En ese sentido, Maduro comentó este nuevo proceso de diálogo cuenta con el apoyo de México, que se ofreció como sede para llevar a cabo estas conversaciones, una propuesta que se remonta a febrero de 2019, cuando se radicalizaba el conflicto interno en Venezuela.
"El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha ofrecido México y contamos con todo el apoyo de México para estos diálogos de paz con la oposición guaidocista", expresó Maduro sobre el nuevo proceso de negociaciones, que tiene sus antecedentes con conversaciones realizadas en Caracas; en Oslo, Noruega; y en Santo Domingo, República Dominicana.
El mandatario venezolano también resaltó que su Gobierno ha encabezado un amplio proceso de diálogo con las distintas divisiones de la oposición venezolana, desde septiembre de 2019, aunque solo el sector "guaidocista" había decidido no participar en las conversaciones.
En ese sentido, aseveró que los diálogos con los otros sectores de la oposición cuentan con "una trayectoria fructífera", que ha dado como resultados positivos las convocatorias a las elecciones parlamentarias de diciembre de 2020 y las próximas "megaelecciones", que se realizarán en noviembre de este año.
"Tres exigencias firmes"
El presidente Maduro reconoció que fue este año que su Gobierno y la "oposición guaidocista" han retomado el diálogo, en el cual participan con "tres exigencias firmes" y una cuarta que está en consulta.
"Hemos hecho un conjunto de demandas, exigencias y las mantenemos firmemente", dijo Maduro, quien agregó que los tres puntos claves para poder avanzar en este proceso de diálogo es que se levanten inmediatamente "todas las sanciones contra la economía y la sociedad venezolana"; se reconozcan a todas "las autoridades legítimas y constitucionales de Venezuela"; y que la oposición extremista renuncie "a la violencia y a la conspiración".
La cuarta exigencia, ha dicho Maduro, es que se incorpore a las conversaciones de México, a "todas las oposiciones", porque en Venezuela hay "nuevos liderazgos", que son "muy distintos" a los conocidos del pasado. Por eso estimó necesario "abrir las compuertas" para que la participación sea más amplia.
"Este año retomamos el diálogo con el G4", la "oposición guaidocista. Ese diálogo ya tiene un documento redactado, debatiéndose", dijo el presidente venezolano, quien aseguró que ese proceso va bien encaminado.
"Yo creo que en el diálogo político de paz con la oposición guaidocista, vamos bien", dijo Maduro y resaltó que ese sector es precisamente el que tiene "bastante comunicación" con Washington, porque "están subordinados y obedecen los mandatos y los designios del Gobierno de las élites de los EE.UU.".
"Ellos sí tienen bastante comunicación, nosotros por ahora no tenemos ninguna", desveló.