Colombia y Panamá acuerdan una cuota de 650 migrantes diarios para cruzar la frontera

El número de personas disminuirá a 500 diarias de martes a sábado a partir de septiembre, señalaron las autoridades.

Los Gobiernos de Colombia y Panamá acordaron este miércoles implementar una cuota de 650 migrantes diarios que podrán atravesar la peligrosa frontera de Darién, la mayoría con rumbo a EE.UU.

Los representantes de ambos países buscan que el flujo "sea controlado, seguro y tenga siempre un enfoque humanitario", expuso en conferencia de prensa la canciller panameña, Erika Mouynes. 

"Vamos a recibir hasta finales de este mes 650 personas por día", afirmó por su parte la directora de Migración de Panamá, Samira Gozaine, y aclaró que el número de personas disminuirá a 500 diarias de martes a sábado a partir de septiembre. 

Con la medida, las administraciones de Laurentino Cortizo e Iván Duque pretenden restringir el creciente flujo de migrantes que cruzan diariamente por el Tapón del Darién, que marca la frontera entre los dos Estados latinoamericanos, con destino a EE.UU.

De acuerdo con los datos de las autoridades panameñas, en lo que va del año, unas 49.000 personas –alrededor del 16 % son niños o jóvenes– atravesaron esa peligrosa zona, rodeada de selva. 

"Si seguimos a este ritmo se espera que esta migración sea cinco veces más grande que cualquier otro año que hemos tenido, como el año 2018, que entraron 26.000 personas", aseguró Gozaine.  

El pacto tuvo lugar luego de una reunión virtual de la que participaron representantes de 10 países para abordar la crisis de migración irregular en el continente. 

Para ello fueron convocados los cancilleres de Colombia, Panamá, Brasil, Costa Rica, Chile, Ecuador y México, el vicecanciller de Perú y representantes de EE.UU. y Canadá.

"La invitación es a que esta problemática la abordemos de manera regional y no solamente para atender una coyuntura, sino para entender que acá hay una tendencia. Estamos viendo en este momento esta gran presión de la migración haitiana, así como la migración extracontinental, que –desafortunadamente- va a seguir y va a acompañar cada vez más a migrantes de varios países de la región, por una multiplicidad de razones: pobreza, dificultades en la democracia, búsqueda de otros lugares para sacar adelante a sus familias, entre otros", dijo la vicepresidenta y canciller colombiana, Marta Lucía Ramírez. 

El incremento inusual del flujo migratorio en los últimos meses también amenaza con desbordar poblados fronterizos. En el municipio colombiano de Necoclí, en la costa del mar Caribe, se encuentran más de 10.000 migrantes a la espera de un transporte marítimo para dirigirse a la frontera con Panamá, detalló el pasado jueves el director de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa, descartando la posibilidad de expulsarlos a su país de origen.