Tras una ofensiva generalizada contra las ciudades, el movimiento talibán —que ha estado aumentando progresivamente sus territorios desde la retirada de las tropas internacionales en mayo— ha capturado desde el pasado viernes las capitales de 18 de las 34 provincias de Afganistán.
El primer centro administrativo en caer en manos de los insurgentes fue Zaranj, en la provincia sudoccidental de Nimroz, conquistado el viernes 6 de agosto. Un día más tarde se confirmó que se habían apoderado de Sheberghan, la capital de la provincia de Jauzján, en el norte del país. El domingo conquistaron otras tres capitales provinciales: Sar-e Pul, Taloqan y Kunduz. Y este lunes capturaron Aibak, centro de la provincia de Samangán.
Este martes, en manos del grupo cayeron la ciudad de Farah, capital de la provincia homónima, así como la de la provincia de Baghlan, Puli Khumri, ubicada a solo 200 kilómetros de Kabul, la capital del país.
El miércoles, los talibanes también se hicieron con el control de Faizabad, en la provincia norteña de Badakhshan.
Al día siguiente, el jueves, los talibanes anunciaron después de varios días de combates la ocupación total de la segunda ciudad más importante del país, Kandahar, capital de la provincia homónima. La misma jornada también se produjo la captura de la estratégica Ghazni y de Herat, la tercera ciudad más grande del país. Asimismo, tomaron Qal'eh-ye Now, capital de la provincia de Bagdis.
Este viernes 13 de agosto, desde el movimiento se anunció la toma de las ciudades de Lashkar Gah, Tarin Kowt, Chagcharán, Pul-i-Alam y Kalat, capitales de las provincias de Helmand, Uruzgán, Gaur, Laugar y Zabul.
En este contexto de rápido avance de los insurgentes, Alemania y EE.UU. pidieron este jueves a sus ciudadanos que abandonen Afganistán de inmediato. Sin embargo, Washington informó que no evacuará su embajada de Kabul. El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, aseguraron al presidente afgano, Ashraf Ghani, que el país norteamericano "continúa firme en la seguridad y estabilidad de Afganistán ante la violencia de los talibanes".