El secretario general de la ONU, António Guterres, instó a los talibanes a detener inmediatamente su ofensiva en Afganistán, advirtiendo que la situación en el país "se está saliendo de control", informa Reuters.
"Este es el momento de detener la ofensiva. Este es el momento de iniciar una negociación seria. Este es el momento de evitar una guerra civil prolongada, o el aislamiento de Afganistán", declaró durante una conferencia de prensa, celebrada este viernes en Nueva York, y pidió a todas las partes involucradas en el conflicto que hagan más esfuerzos para proteger a los civiles.
Así mismo, subrayó que está "profundamente preocupado" por los primeros indicios de que los radicales "están imponiendo graves restricciones a los derechos humanos en las zonas bajo su control, en particular contra las mujeres y los periodistas". "Resulta especialmente horripilante y desgarrador ver los informes que indican que se están arrebatando a las niñas y mujeres afganas los derechos que tanto les costó conseguir", afirmó.
Bajo el régimen talibán, entre 1996 y 2001, las mujeres afganas no tenían derecho a trabajar, mientras las niñas no podían acudir a las escuelas. Además, tenían que cubrirse la cara e ir acompañadas de un familiar masculino si querían salir de casa.
Avances de los talibanes
De acuerdo a los datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados, se han registrado combates continuos en 32 de las 34 provincias afganas.
Este viernes 13 de agosto, desde el movimiento se anunció la toma de las ciudades de Lashkar Gah, Tarin Kowt, Chagcharán, Pul-i-Alam y Kalat, capitales de las provincias de Helmand, Uruzgán, Gaur, Laugar y Zabul.
Esta semana, los talibanes también declararon que tomaron el control de Kandahar y Herat, la segunda y tercera ciudades más importantes de Afganistán, así como de la estratégica Ghazni, al tiempo que la resistencia de las fuerzas gubernamentales se desmoronaba, avivando el temor de que el asalto a la capital, Kabul, pudiera estar a pocos días de producirse.
En este contexto de rápido avance de los radicales, varios países, entre ellos Alemania, EE.UU., Francia y Dinamarca, pidieron a sus ciudadanos que abandonen el país de inmediato.
Mientras, desde el Programa Mundial de Alimentos de la ONU advirtieron que la situación en Afganistán "tiene todas las señales de una catástrofe humanitaria". "Nos tememos que lo peor está por llegar y que la mayor marea de hambre se acerca rápidamente", afirmó Thomson Phiri, miembro de la organización humanitaria.