El exdiputado oficialista de México acusado de abusar sexualmente de dos menores se entrega a la Justicia

El presidente había descartado protección política hacia el exlegislador de su partido.

El exdiputado Saúl Huerta Corona, quien formaba parte de la bancada del partido oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), se entregó este jueves a la Justicia para enfrentar los cargos de violación y abuso sexual contra dos jóvenes menores que se le imputan desde que en abril pasado fue descubierto con una de sus víctimas en un hotel en la Ciudad de México.

La detención fue posible gracias a que la semana pasada la Cámara de Diputados realizó un juicio político para quitarle los fueros que tenía como legislador.

Su abogado, Wilfrido Castillo, había anticipado el miércoles que Huerta Corona se entregaría después de haber permanecido prófugo durante seis días, ya que se ocultó desde el momento en el que ya no gozó de la protección parlamentaria.

Después de entregarse de manera pactada a las autoridades de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, el exdiputado fue trasladado al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente.

La causa judicial comenzó el 23 de abril, cuando Huerta Corona, de 63 años, fue detenido en un hotel mientras estaba acompañado de un menor de 15 años que lo acusó de abuso sexual.

Debido al escándalo, el político tuvo que renunciar a postularse en las elecciones legislativas de este año, ya que había iniciado la campaña para buscar la reelección.

Más tarde, otro adolescente también lo denunció por abuso sexual, pero aun así la Cámara de Diputados postergó durante casi cuatro meses el juicio político, lo que impedía que la orden de detención pudiera concretarse.

Sin impunidad

Incluso el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tuvo que responder a cuestionamientos sobre el caso, ya que Huerta Corona era militante y diputado de Morena, pero prometió que no habría ningún tipo de encubrimiento ni impunidad.

"Condeno cualquier abuso de quien sea, abuso sexual, abuso en contra de la dignidad de las personas, crímenes de odio, feminicidios, de quien sea", afirmó en conferencia de prensa al ratificar que no habría protección política como ocurría en otros gobiernos.

Una de las víctimas de Huerta Corona aseguró que había acudido a una cita porque el exlegislador le había ofrecido trabajo, pero después lo drogó, lo llevó a un hotel y abusó de él.

El adolescente logró pedir la ayuda de trabajadores del hotel, quienes llamaron a la Policía, pero el agresor permaneció detenido solo durante unas horas, ya que su abogado demostró que contaba con fueros parlamentarios gracias a su cargo como diputado federal.

Mientras la indignación social crecía, el líder de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier Velasco, rechazó la posibilidad de desaforar a Huerta con el argumento de que los hechos que se le imputan correspondían a su vida privada, sin reconocer que era un delito que ameritaba una causa penal.

"Yo no puedo expresarme por la vida personal, el respeto al derecho ajeno es la paz, no lo hizo en su función como diputado federal y repito: yo de la vida personal no puedo opinar", dijo Mier Velasco, lo que le granjeó una andanada de críticas.

El acusado, por su parte, aseguró que era inocente y confió en que el caso se aclararía. "Se ha cometido una grave afectación a mi imagen y a la de mi familia, por ello exhorto a las autoridades competentes a que se hagan los deslindes de las responsabilidades que en este caso ameritan y que pronto se haga justicia", dijo.