El Primer Tribunal Electoral de Chile excluyó al abanderado del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, de la lista de candidatos presidenciales que van a participar en las elecciones generales del próximo 21 de noviembre.
La resolución, que se dio a conocer durante el fin de semana, modificó de manera inesperada el panorama político, ya que el Servicio Electoral (Servel) había confirmado las candidaturas de siete de los nueve líderes políticos que se registraron, el pasado 23 de agosto, con la intención de suceder al presidente Sebastián Piñera.
En un primer momento, el organismo solo rechazó las postulaciones del economista Gino Lorenzini, quien se inscribió como independiente a pesar de estar afiliado al Partido de la Gente, y de Diego Ancalao, el intelectual mapuche que se registró como candidato de la Lista del Pueblo con miles de firmas falsificadas.
Sin embargo, ahora se les unió Enríquez-Ominami, ya que el Tribunal advirtió que no puede ser candidato porque tiene suspendido su derecho al sufragio, debido a una causa por corrupción que todavía no se ha zanjado en todas sus instancias judiciales.
Se trata del llamado caso OAS, nombre de una constructora brasileña vinculada al escándalo internacional conocido como Lava Jato. Enríquez-Ominami fue investigado porque en su campaña presidencial de 2013 utilizó de manera frecuente un avión de esa firma.
El Servel lo denunció por presuntas irregularidades en su reporte oficial de gastos, pero finalmente, el pasado 25 de agosto, después de siete años, fue absuelto por el Cuarto Tribunal Oral en lo Penal.
Reclamo
Sin embargo, el Primer Tribunal Electoral consideró que los derechos del candidato siguen suspendidos hasta que la absolución quede firme. Esto implica que Enríquez-Ominami solo puede volver a ser candidato cuando la sentencia en su favor sea definitiva.
"La suspensión del derecho de sufragio ha existido como institución permanente en nuestra legislación constitucional desde los albores de la República, sin sobresaltos ni objeciones a su constitucionalidad respecto de la manera parca en que está concebida, sin ninguna descripción de procedimientos para hacerla efectiva, apareciendo como una consecuencia de pleno derecho, para aquellos ciudadanos que están en alguna de las situaciones que el artículo 16 del actual texto constitucional prevé", señaló el fallo.
Enríquez-Ominami se encuentra en esa condición, aunque al conocer la resolución en su contra advirtió que se tiene que respetar la presunción de inocencia. "O si no, es una barbarie, es el Estado de derecho lo que está en juego, son las reglas de convivencia".
También advirtió que apelará ante el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel), para poder participar en las elecciones y que sea el pueblo el que decida.
"Lucharé donde corresponda, en las instituciones, apelando para que se corrija un absurdo y una injusticia", dijo al reiterar que el caso OAS fue "un invento" del Servel.
El candidato impugnará el martes la decisión ante el Tricel, órgano que tendrá la última palabra para definir si aparecerá o no en la boleta presidencial de noviembre.
Apoyo
El Grupo de Puebla, en el que participan decenas de líderes progresistas, entre ellos expresidentes de América Latina, y del que Enríquez-Ominami es uno de los fundadores, manifestó su preocupación ante lo que consideró como una injusta resolución que lo deja fuera de la elección presidencial.
"La entidad acogió una impugnación interpuesta por fuerzas de la ultraderecha pinochetista", acusó la organización en un comunicado en el que se explica que el dirigente fue absuelto por unanimidad tras siete años de investigación.
"No hay razones fundadas para impedirle el derecho de elegir y de ser electo. El Tribunal Constitucional, además, en fallo unánime, reconoció su derecho a elegir y ser elegido", señalaron desde el cónclave, que a su vez respalda "el derecho de cualquier persona declarada inocente por los tribunales de justicia" a postularse a la presidencia.
Con este fallo, quedan seis candidatos presidenciales confirmados en Chile.
Por parte de las alianzas de derecha están el conservador Sebastián Sichel (Chile Podemos Más), quien es apoyado por Piñera; José Antonio Kast (Partido Republicano) y Franco Parisi (Partido de la Gente).
Los abanderados de fuerzas progresistas o de izquierda son el diputado Gabriel Boric (Apruebo Dignidad); y la expresidenta del Senado y única mujer contendiente Yasna Provoste (Nuevo Pacto Social).
Eduardo Artés, el exlíder comunista de extrema izquierda que se registró bajo las siglas de la Unión Patriótica, va por su segunda candidatura presidencial consecutiva después de haberse postulado en las elecciones de 2017, en las que obtuvo el 0,5 % de los votos.
Si ninguno de ellos obtiene el 50 % más uno de los votos el 21 de noviembre, los dos más votados tendrán que enfrentarse en una segunda vuelta, prevista para el 19 de diciembre.