El primer ministro de Australia, Scott Morrison, insiste en que había advertido al presidente francés, Emmanuel Macron, de que la cancelación del contrato para el suministro de submarinos era una posibilidad, rechazando las quejas de París de que Canberra no advirtió sobre ello.
El jefe de Gobierno australiano aseguró, en conversación con la emisora local FIVEaa, que el mandatario galo estaba bien al tanto de que Australia estaba considerando otras opciones que sirvieran a sus "intereses nacionales".
Scott Morrison aseguró que, a finales de este junio durante una cena con su homólogo francés, le dejó "muy en claro" que había "preocupaciones significativas sobre las capacidades de submarinos convencionales para lidiar con el nuevo ambiente estratégico".
Canberra, Washington y Londres anunciaron la entrega de submarinos de propulsión nuclear, aunque "armados convencionalmente", en el marco del nuevo pacto trilateral AUKUS durante una conferencia de prensa celebrada este miércoles. El anuncio implicó la rescisión por parte de Australia del contrato firmado en 2016 con la empresa francesa Naval Group para la entrega de submarinos a propulsión diésel.
De acuerdo a los tres aliados, la iniciativa está enfocada en un "Indo-Pacífico libre y abierto", una jugada que parece contrarrestar a China mediante el incremento del arsenal militar de Australia.
El líder australiano, sin embargo, aseveró que había informado a Francia con antelación al anuncio, algo que París desmiente.
El ministro de Exteriores galo Jean-Yves Le Drian calificó este jueves el paso de Canberra de "una puñalada por la espalda" la cual ha "traicionado" la confianza entre ambos países. El mismo día, la ministra de Defensa francesa, Florence Parly, dio a conocer que el Gobierno de su país estaba evaluando buscar una indemnización por parte de Australia.
A su vez, el secretario general de Naval Group, Vincent Hurel, argumentó que Francia no debe asumir las pérdidas por el abandono del acuerdo por parte de Australia considerando que en el programa de cooperación trabajaban cerca de medio millar de empleados de la compañía.
Actualmente solo seis países poseen submarinos nucleares: China, Francia, India, Reino Unido, Rusia y Estados Unidos, todos ellos potencias nucleares. En caso de entrar en vigor el acuerdo AUKUS, Australia se convertiría en el primer país del mundo en operar submarinos nucleares, aunque sin poseer armamento nuclear.