El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, intervino la tarde de este jueves 23 de septiembre en el 76° Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York.
Durante su discurso, que fue pregrabado y ha sido uno de los más cortos —de alrededor de 6 minutos— en lo que va de las sesiones, que iniciaron el pasado martes, Bukele advirtió que el mundo se está dirigiendo "hacia otra crisis", quizás "mucho más grande", que comparó con lo ocurrido en "la segunda guerra mundial después de la gran depresión".
Señaló que esto podría producirse porque el mundo está "cada vez más acelerado, más desunido, más ansioso, más pesimista y más individualista".
"La sociedad y el mundo están sufriendo y parece que cada vez estamos más lejos de resolver las causas de este sufrimiento", añadió.
Por otra parte, Bukele criticó que el planeta "siga produciendo más de lo que necesita y aún así hay gente que sigue muriendo de hambre, de falta de medicamentos, de falta de agua potable".
Camino diferente
El mandatario, cuyo país vive una tensión política por la reciente puesta en marcha del bitcóin como moneda oficial y los cambios que la Asamblea Legislativa, de mayoría oficialista, ha hecho en el poder Judicial y en algunas normativas, también lamentó en el foro internacional que se ataque a quien "quiere hacer las cosas diferentes", en lugar de guiarlo y "ayudarlo a crear su camino", aunque eludió hacer señalamientos concretos al respecto.
Bukele también hizo referencia a la pandemia del coronavirus y señaló que con ella se ha visto lo peor y lo mejor de la especie humana.
Sin embargo, en el mismo sentido de la advertencia inicial, comentó que la respuesta colectiva a la pandemia "solo ha multiplicado la ansiedad global" y "ha profundizado la crisis que ya existía", llevando al mundo "hacia un colapso civilizacional".
"Un ejemplo"
Bukele señaló que, en esta oportunidad, a diferencia de las dos veces anteriores que se ha dirigido a la Asamblea General de la ONU, no abogará por "una refundación del multilateralismo hacia un nuevo modelo", en donde las naciones se unan para analizar y decidir el camino que tomarán.
"Estoy anunciando la intención de El Salvador, de irnos por ese nuevo camino, el camino hacia nuestro desarrollo y, primero Dios, (convertirnos en) un ejemplo para otros países del mundo", enfatizó el mandatario, que en recientes días ha sido tildado de "dictador".
Agregó que en su país están "diseñando el futuro" que quisieran vivir, "en donde las personas tengan el criterio y la oportunidad para hacer lo que en realidad quisieran hacer".