El uso de medicamentos sin eficacia científica comprobada contra el covid-19, y defendidos hasta la saciedad por el presidente, Jair Bolsonaro, ha generado gran polémica en Brasil desde el comienzo de la pandemia. Ahora un caso en relación a estos fármacos salpica al Ejecutivo y abre un nuevo frente al desgastado mandatario.
La Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI), creada para investigar las omisiones del Gobierno durante la pandemia, tiene en su punto de mira a la red hospitalaria Prevent Senior, que se encarga de la atención de ancianos.
Se sospecha que la empresa pudo administrar este tipo de fármacos sin consultar a sus pacientes o familiares. El caso ha ido ganando importancia y el Ministerio Público de Sao Paulo ha creado un grupo de trabajo para investigar el proceder de la red hospitalaria y averiguar si los pacientes que fallecieron lo hicieron tras tomar los fármacos.
La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) aconseja el uso de los medicamentos con hidroxicloquina para curar enfermedades como la artritis o la malaria, entre otras, pero no los recomienda para tratar o prevenir el covid-19.
Un grupo de 15 médicos que trabajaban con pacientes con covid-19 en Prevent Senior informaron, tal y como recogió Globonews, sufrir presiones para recetar cloroquina, azitromicina, ivermectina y flutamida, este último fármaco utilizado en enfermos de cáncer.
Este mes de septiembre, los médicos entregaron a la CPI un documento donde denunciaron que, por "supuestos intereses políticos", Prevent Senior usó a pacientes como conejillos de indias en un estudio sobre los fármacos y que la empresa, para mostrar unas estadísticas mejores, omitió la muerte de al menos siete personas tratadas con hidroxicloroquina.
Los profesionales aseguran que el llamado "gabinete paralelo" –como se denominó al grupo de especialistas que asesoraban al presidente durante la pandemia en paralelo al Ministerio de Salud–, no solo tenía conocimiento de lo ocurrido, sino que acompañó de cerca las prácticas de la empresa.
Bolsonaro llegó a divulgar el estudio de Prevent Senior en las redes sociales en 2020 y se refirió a él como un caso de éxito. El presidente comentó que no se registraron muertos entre los pacientes a quienes se administró hidroxicloroquina, mientras que en el grupo de los que no tomaron medicamentos fallecieron cinco.
Los datos de Bolsonaro se contradijeron entonces con las informaciones oficiales posteriores del estudio, en el que se detallaba que dos personas perdieron la vida. Sin embargo, el dossier entregado este mes a la CPI apunta que hubo una subnotificación de fallecidos.
"Niega y repudia las denuncias"
En una nota, recogida por G1, la red hospitalaria negó todas las acusaciones y dijo que colaborará con las investigaciones del Ministerio Público.
"Prevent Senior niega y repudia las denuncias sistemáticas y mentirosas dichas de manera anónima en la CPI y en la prensa", asegura la empresa, que añade que tomará "todas las medidas legales que existan para esclarecer los hechos y reparar los daños a su imagen".
La semana pasada, Pedro Benedito Batista Júnior, director de Prevent Senior, aseguró ante la CPI que el dossier presentado por los médicos contenía "irregularidades". Está previsto que el martes declare ante la comisión parlamentaria Bruna Morato, la abogada de los doctores que realizaron la denuncia contra la empresa.
La defensa de la cloroquina por parte del Gobierno de Bolsonaro fue uno de los principales motivos por los que dos de los ministros de Salud, Luiz Henrique Mandetta y Nelson Teich, abandonaron sus cargos en plena crisis de la pandemia.
Incluso la prestigia revista científica Science, que responsabilizó al Gobierno en abril por el avance del coronavirus en el país, mencionó el fomento de tratamientos sin resultados probados como parte del fracaso del Ejecutivo en la lucha contra el virus.
La semana pasada ante la ONU, Bolsonaro, que se enfrenta a sus peores índices de popularidad desde que llegó al poder, volvió a defender estos medicamentos. "No entendemos por qué muchos países se posicionaron contra el tratamiento precoz (...) Yo mismo fui uno de esos pacientes que hizo el tratamiento inicial", comentó. "La historia y la ciencia sabrán responsabilizar a todos", dijo.
Desde que comenzó la pandemia, Brasil ya suma más de 594.000 muertes, lo que le sitúa en el segundo país del mundo con más fallecidos por la enfermedad, tan solo por detrás de EE.UU.
Marta Miera
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