Las autoridades de China pretenden evitar que el colapso de Evergrande provoque una crisis financiera de mayor envergadura en el país, por lo que han instado a empresas estatales y a promotores de bienes raíces con respaldo del Gobierno a comprar activos del gigante inmobiliario, informa Reuters citando a funcionarios con conocimiento del asunto, cuyos nombres no fueron revelados.
Según las fuentes, uno de estos acuerdos está cerca de concretarse en la ciudad de Cantón, donde una firma constructora podría adquirir el estadio que se construye para el Guangzhou FC, club de fútbol local propiedad de Evergrande, cuyo costo se calcula en unos 12.000 millones de yuanes (1.900 millones de dólares). El trato también incluiría los proyectos residenciales en torno al complejo deportivo.
Por otra parte, de acuerdo a los informes, los potenciales compradores de activos de Evergrande en esa ciudad recibirían a cambio "consideraciones políticas y comerciales".
Deudas impagas
Se calcula que el gigante inmobiliario Evergrande tiene un pasivo que supera los 300.000 millones de dólares, que afectan a más de 250 bancos y entidades no bancarias. La semana pasada la compañía no pagó 83,5 millones en intereses y este miércoles 29 de septiembre se vence el plazo para pagar 47,5 millones de dólares.
Mientras, Pekín intenta frenar cualquier efecto adverso al sistema financiero debido a la crisis que atraviesa Evergrande, a quien las autoridades chinas ya están investigando. En particular, el regulador financiero de Shenzhen abrió una investigación sobre la unidad que gestiona el patrimonio de la compañía.