Varios videos captados con drones muestran increíbles imágenes aéreas del volcán de La Palma que, tras entrar en erupción el pasado 19 de diciembre, este martes por la noche alcanzó el mar por medio de su colada más avanzada.
La lengua de lava, que se precipitó al océano lentamente desde un área acantilada, ya le ha ganado al mar más de 84.000 metros cuadrados para la isla. En un principio formó una impresionante pirámide incandescente para poco después ir conformando un nuevo delta que ya supera los 500 metros de ancho.
En las últimas horas, el Instituto Volcanológico de Canarias publicó imágenes en las que se puede contemplar cómo fueron los primeros momentos en los que esta primera colada confluía con las aguas atlánticas, emitiendo una impresionante humareda como consecuencia de la diferencia de temperatura de ambos fluidos.
Se puede observar cómo, a pesar de que el acantilado por el que se precipita el magma se eleva alrededor de 100 metros, la lava se va acumulando en el lecho marino hasta llegar a su altura y cómo, poco a poco, esta nueva superficie anexionada a la isla va incrementando su tamaño.
Además, el Instituto Geológico y Minero de España ha proporcionado otras imágenes nocturnas a vista de dron, en las que se puede observar la formación de ese nuevo delta de La Palma.
Área de exclusión y confinamiento
Durante este proceso se está emitiendo una gran cantidad de dióxido de azufre, lo que ha hecho que las autoridades locales hayan decretado un área de exclusión de dos kilómetros en tierra y de dos millas náuticas en el mar y que permanezca confinada la población de cuatro localidades cercanas, para protegerse de la toxicidad de las emisiones.
Desde el lunes por la noche la colada mantiene un caudal continuo que sigue alimentando el delta, pero no se descarta que se puedan producir nuevas llegadas de otras coladas al mar en otros puntos de la costa palmera.
El fenómeno en su vertiente marítima está siendo seguido por un grupo de investigadores a bordo del buque Ramón Margalef, que se están dedicando a cartografiar la nueva zona, así como a documentar su evolución.
Mientras, en tierra la lava sigue fluyendo por la bocas activas del volcán y las coladas se están ensanchando, de manera que los daños producidos siguen aumentando en número. Ya son 981 las edificaciones dañadas, 855 totalmente destruidas y 126 afectadas; mientras que el magma ha cubierto más de 340 hectáreas y la superficie cubierta por cenizas asciende a 1.752 hectáreas. Además, alrededor de 6.000 habitantes, del total de 85.000 que tiene la isla, han sido evacuados.
Una magnitud que se puede observar en la instantánea de la erupción que el cosmonauta ruso Oleg Novitskiy tomó desde la Estación Espacial Internacional (EEI).
A pesar de que hace tres días el volcán dio un pequeño respiro de unas horas a la población local, su actividad ha sido constante y no se observa que el flujo de lava pueda estar cercano a su fin o minorándose. Desde que se inició la erupción los expertos coinciden en que su duración probable se mantendrá en un abanico de entre 24 y 84 días.