El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, ha afirmado que el nuevo bloque de seguridad regional entre Australia, Estados Unidos y el Reino Unido (AUKUS) contradice el régimen de no proliferación de las armas nucleares, y ha asegurado que Rusia planteará este hecho ante el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Hablando este jueves tras negociaciones con EE.UU. sobre la estabilidad estratégica en Ginebra (Suiza), el diplomático señaló que la parte rusa expresó "de manera suficientemente directa" sus preocupaciones sobre AUKUS, que supone la transferencia de tecnologías de propulsión nuclear a Australia en el contexto de la construcción de ocho submarinos nucleares para el país oceánico.
"Hemos subrayado que este tipo de acciones no están de acuerdo con el régimen de no proliferación, incluido en el aspecto de garantías de que los materiales y actividades nucleares no cambien su aplicación civil por la militar. Plantearemos estos asuntos en la OIEA en Viena", indicó Riabkov.
El viceministro recordó que estas preocupaciones ya habían sido expresadas al Embajador estadounidense en Moscú, John Sullivan, y prometió realizar un trabajo semejante con Canberra y Londres.
"Es sabido que para la parte rusa lo que pasa con los arsenales nucleares de los aliados cercanos europeos de EE.UU. ―el Reino Unido y Francia ― es una prioridad. Conocemos las intenciones de Londres de seguir la vía del aumento de sus capacidades en esta materia. Tal vez no ahora, pero sí con el tiempo. Es un momento serio que no se debe pasar por alto", manifestó Riabkov.
- El presidente de EE.UU., Joe Biden; el primer ministro británico, Boris Johnson; y el primer ministro de Australia, Scott Morrison, anunciaron el 15 de septiembre la formación de una nueva alianza de seguridad y cooperación en materia de defensa para el Indo-Pacífico.
- La cooperación trilateral, que llevará el nombre de AUKUS, prevé que EE.UU. ayude a Australia con tecnologías necesarias para dotarse de submarinos de propulsión nuclear.
- Australia decidió rescindir el programa de suministro de submarinos por parte de Francia que implicaba la construcción de una flota de 12 sumergibles convencionales en el marco de un contrato multimillonario, estimado en unos 66.000 millones de dólares.
- Canberra espera recibir hasta ocho sumergibles con propulsión nuclear, al tiempo que insiste en su compromiso de no proliferación nuclear, ya que no planea poseer de armas de este tipo.
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