Esta semana el excomisario de la Policía Nacional de España, José Manuel Villarejo, ha vuelto a sembrar la polémica durante su comparecencia en el Congreso en el marco de la investigación sobre la 'Operación Kitchen'. Así se denomina a un operativo presuntamente desarrollado por el Ministerio de Interior a partir de 2013, durante el Gobierno de Mariano Rajoy, para arrebatar al extesorero del Partido Popular (PP) Luis Bárcenas documentos que comprometían a la formación.
Villarejo es una figura clave para entender la política de la última década en España, la percepción de corrupción que tiene la ciudadanía y las luchas contra contrincantes políticos –utilizando todos los recursos del Estado– que se han producido en los últimos años. Sus contactos tejen una red de lazos que le unen con los casos más polémicos del país.
En esta ocasión, sus declaraciones más controvertidas han sido unas en las que aseguraba que "hay una sección 'Pi' que determina que de pronto las personas desaparecen misteriosamente", ante la incredulidad del diputado que le interrogaba, Gabriel Rufián, que le espetaba: "Esto parece la última película de James Bond".
"¿Me está diciendo que hay una organización en este país que se dedica a hacer desaparecer, que entiendo que es un eufemismo para asesinar, a aquellos que les interesa?", continuaba preguntando Rufián suspicazmente y pidiendo ejemplos concretos.
Villarejo contestó nombrando el caso Pitiusa, que investigaba una red de tráfico de datos confidenciales en la que estaban involucrados desde funcionarios de Hacienda a personal de operadoras telefónicas o miembros del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). El supuesto cerebro de la trama, Juan Antonio Rama, falleció semanas antes de tener que declarar en extrañas circunstancias.
Asimismo, también mencionó a García Calvo, un periodista que escribía un blog en un periódico de tirada nacional sobre la reina Letizia, "que murió sorprendentemente de pronto", y del que sostiene que estuvo investigando su fallecimiento y "alguien habló de cambio en las cantidades de la viagra", relató.
Muertes en extrañas circunstancias
Desde que se destapó la trama Gürtel, la mayor trama de corrupción que ha salpicado al Partido Popular (PP), hasta 14 personas implicadas relacionadas con la formación política han fallecido, algunos de ellos en extrañas circunstancias.
Miguel Blesa es uno de los más conocidos. Quien fuera presidente de Caja Madrid se suicidó después de haber sido condenado por diversos casos relacionados con malversación y apropiación indebida.
Rita Barberá, exalcaldesa popular de Valencia, falleció de un infarto 48 horas después de haber comparecido ante el Tribunal Supremo para declarar sobre la 'Operación Taula', un caso de corrupción desatado en esa Comunidad Autonóma. Se da la circunstancia de que esta semana un juez ha procesado a 49 concejales y asesores del gobierno municipal que encabezó Barberá.
Sobre estos y otros decesos se ha rumoreado mucho, pero lo cierto es que no hay ninguna prueba de que hubiera una mano detrás de ellos, aunque Villarejo los utiliza durante los alegatos en su defensa, jugando con las diferentes hipótesis.
Isidro Cubero apareció muerto en un barranco en el que habría caído con su moto. Trabajó para el PP de Andalucía y era una pieza clave para entender cómo había operado la trama Gürtel en esa región.
Quizá la más extraña fue la de Álvaro Lapuerta, quien fuera tesorero del PP durante casi dos décadas. De elevada edad, tuvo dos caídas en extrañas circunstancias que denunciaron sus hijos. La segunda de ellas le dejó en coma y ambas sirvieron para retrasar sus comparecencias ante los jueces, que nunca llegaron a producirse.
Sobre estos y otros decesos se ha rumoreado mucho, pero lo cierto es que no hay ninguna prueba de que hubiera una mano detrás de ellos, aunque Villarejo los utiliza durante los alegatos en su defensa, jugando con las diferentes hipótesis.
¿Quién es Villarejo?
José Manuel Villarejo es el miembro más conocido de lo que se ha venido a denominar como policía patriótica. Estuvo en prisión preventiva desde 2017 hasta junio de este año acusado de organización criminal, cohecho, revelación de secretos, blanqueo de capitales y extorsión.
Su nombre se encuentra vinculado a más de dos decenas de causas judiciales que implican a políticos del más alto nivel, a miembros de la Casa Real española, a empresarios, periodistas, personal del CNI y otras muchas personas. Se hizo conocido por su afición a grabar sus comprometedoras conversaciones con estas personalidades, que salieron a la luz en uno de los registros policiales que sufrió su despacho. Otras de esas conversaciones las ha filtrado el propio excomisario paulatinamente a su conveniencia.
Entre las causas que tiene pendiente con la Justicia, esta semana ha ocupado la atención informativa una relacionada con la conocida como doctora Pinto. La mujer sufrió una agresión con una navaja en plena calle delante de su hijo de 10 años y desde el principio identificó a Villarejo como su agresor. Un suceso que tuvo lugar en medio de una presunta estrategia de acoso a la dermatóloga por parte del empresario Javier López Madrid, que habría contado con los servicios del popular agente.
Además, se le ha vinculado con operaciones relacionadas con la Casa Real, como él mismo se ha encargado de difundir. De hecho, otras de sus polémicas declaraciones ante el Congreso esta semana aludía a que se le habían suministrado al entonces rey de España, Juan Carlos I, hormonas femeninas y otras sustancias con la finalidad de reducir su fogosidad, que era entendida como un problema de Estado.
Relacionado con esto también afirma haber tratado con Corinna Larsen, la examante del rey emérito. Al respecto, el excomisario mantiene que su misión, enviado por el CNI, era engañarla para hacerse con unos papeles comprometedores para la Corona española.
Se trata de un personaje oscuro que navega en aguas que mezclan las operaciones en las que verdaderamente ha participado con otras elucubraciones o directamente falsedades que él mismo se encarga de difundir.
Sus relaciones con asuntos turbios alcanzan buena parte de la historia reciente del país. Quizá el más sorprendente trascendió en 2019, cuando se hicieron públicos indicios que apuntaban a que se podría encontrar detrás del incendio que destruyó por completo la Torre Windsor, un rascacielos en pleno corazón de Madrid, que habría servido para destruir documentación que podría perjudicar al presidente de BBVA, Francisco González Rodríguez.
Se trata de un personaje oscuro que navega en aguas que mezclan las operaciones en las que verdaderamente ha participado con otras elucubraciones, o directamente falsedades, que él mismo se encarga de difundir, siempre con la premeditada intención de beneficiarse en el ramillete de causas judiciales que todavía tiene que enfrentar. Si bien son ciertas su amistades y conexiones con importantes personajes de casi todos los sectores, también lo es que su credibilidad está en entredicho cuando sus afirmaciones no están respaldadas por pruebas documentales.
Las cloacas del Estado
Pero la figura de Villarejo lo que parece dejar totalmente claro es la existencia de las tan nombradas cloacas del Estado, que en los últimos años cristalizaron en esa ilegal brigada policial. Está empezó a operar primero a partir de 2013 para frenar a Luis Bárcenas, extesorero del PP, que amenazaba con sacar a la luz los trapos sucios de la que fue su formación. Sin embargo, tomó auge a partir del año 2015, con la eclosión de Podemos y unas encuestas que auguraban que podría llegar a ser el partido mayoritario en el país en las futuras elecciones.
En el primer escenario el grupo de agentes se movilizó para hacerse con la documentación comprometedora en poder de Bárcenas, llegando a dejar para el recuerdo una escena que parece de película. En octubre de 2013, un hombre disfrazado de cura logró entrar en el domicilio de Bárcenas, cuando este ya se encontraba en prisión, y secuestró a punta de pistola a su mujer y a su hijo exigiéndoles que le entregaran los documentos que supuestamente estaban en la vivienda. El hijo logró escapar y el falso cura fue detenido y sentenciado a 22 años de cárcel.
Todo lo anterior se enmarca en el caso Kitchen, que está siendo investigado en los juzgados y ahora también en el Congreso, salpicando a altas personalidades, como al que fuera durante esa época ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que ha llegado a estar imputado.
A partir de 2015 el grupo se dedicó a llevar a cabo una ofensiva judicial y mediática contra Podemos, utilizando métodos como la elaboración de informes policiales falsos que eran filtrados a la prensa convenientemente antes de las citas electorales.
Villarejo acusó a la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y al exdirector general de la Policía, Ignacio Cosidó, de haber mandado elaborar el informe PISA (Pablo Iglesias Sociedad Anónima) para desprestigiar a Podemos y a su líder. Un informe plagado de intoxicaciones elaborado tan solo con la finalidad de filtrarlo a la prensa y menoscabar el prestigio de esa formación.
Siempre cabe la duda de si todo lo que se dice es cierto o si está aliñado por un personaje que presume desde de haberse reunido con miembros del Estado Islámico hasta de codearse con la realeza de más abolengo.
También llevaron a cabo la 'Operación Cataluña', una presunta operación parapolicial encubierta impulsada por el Gabinete de Mariano Rajoy, que pretendía frenar el proceso independentista catalán. Se habría buscado información comprometedora de líderes políticos vinculados al proceso soberanista por orden de la Dirección de la Policía Nacional, que posteriormente se difundió a los medios.
Además, también se habrían encargado de la fabricación y filtración de pruebas falsas, como la acusación de que el exalcalde de Barcelona, Xavier Trias, tenía una cuenta corriente en un paraíso fiscal o una muy similar referida al expresidente de Cataluña, Artur Mas, ambas informaciones falsas.
Las vinculaciones de Villarejo y la policía patriótica con tramas de financiación irregular del Partido Popular, con oscuros episodios de lucha empresarial y con otros muchos casos, desde el del Pequeño Nicolás hasta otros relacionados con extorsiones variadas, son prácticamente infinitos. Además, siempre cabe la duda de si todo lo que se dice es cierto o si está aliñado por un personaje que presume desde de haberse reunido con miembros del Estado Islámico hasta de codearse con la realeza de más abolengo.
Nuria López
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