Arranca en Brasil la millonaria subasta del 5G, la mayor de su historia de las telecomunicaciones (y cómo se solucionó el 'veto' a Huawei)
La Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) de Brasil inició este jueves una millonaria licitación, considerada la mayor en la historia de las telecomunicaciones en este país, para operar la telefonía móvil de quinta generación (5G), que promete una revolución digital y social.
En la ceremonia de apertura, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, destacó que la implementación del 5G integrará a todos los ciudadanos brasileños con el mundo. El Gobierno prevé atraer inversiones por 50.000 millones de reales (unos 9.000 millones de dólares), de los cuales unos 8.700 millones de reales (unos 1.557 millones de dólares) pretende recaudar por las licencias.
En un país con 213 millones de habitantes, un total de 15 empresas, entre ellas, las tres más grandes que operan actualmente en Brasil –Tim, Vivo y Claro– se disputan los derechos sobre cuatro bandas de radiofrecuencia 5G. Debido al gran número de candidatos, se espera que la licitación dure dos días.
Por la tarde, ya se informó que Claro, Vivo y Tim se adjudicaron concesiones para operar la tecnología 5G en la banda de 3,5 GHz, la más utilizada a nivel mundial, y dividida en cuatro lotes de 80 MHz.
Claro fue la primera en hacerse con uno de los lotes y ofreció 338 millones de reales (unos 60 millones de dólares) por la licencia. Después, Telefónica, dueña de Vivo, se llevó el segundo lote por 420 millones de reales (unos 74 millones de dólares) y pagó un 30,69 % más que su precio de salida. Por último, Tim consiguió el tercer lote y pagará 351 millones de dólares (unos 62 millones de dólares). No hubo empresas interesadas en el cuarto lote.
Además de la red general, de uso general para la población, los vencedores se comprometen a construir una red exclusiva y paralela para el Gobierno, en la que no podrán utilizarse equipos de la empresa Huawei, en medio de la disputa geopolítica que mantienen EE.UU. y China.
Los equipos de la empresa china Huawei podrán emplearse en la red general, pero no participarán en la creación de la red gubernamental.
Para que el 5G funcione es necesario instalar antenas compatibles y uno de los proveedores es Huawei. En 2019, el expresidente Donald Trump presionó a los países socios para que no usasen equipos de la empresa china al considerar que el Gobierno de Pekín podía usar la compañía para espionaje digital. Su sucesor, Joe Biden ha mantenido la misma política.
Presionado por EE.UU. y, por otro lado, por el sector de telecomunicaciones brasileño que se mostró en contra de bloquear a Huawei, el ministro de comunicación encontró una solución. Los equipos chinos podrán emplearse en la red general, pero no participarán en la creación de la red gubernamental.
"Salto tecnológico"
La normativa también especifica que los vencedores, que tendrán una licencia por 20 años, deberán comenzar sus operaciones en las principales capitales del país 300 días después de la firma del contrato, es decir, en julio de 2022.
Por el momento, solo siete de las 27 capitales están totalmente preparadas para adaptarse al 5G, según Conexis Brasil Digital, una entidad que reúne a las principales operadoras del país. Sin embargo, el Gobierno quiere que todas las capitales tengan 5G en 2022 y que llegue a todo el país en 2028.
Las empresas vencedoras también tendrá que llevar internet a las carreteras, lugares lejanos y escuelas públicas y a instalar una red de fibra óptica en la región amazónica, entre otras cosas.
"Además del salto tecnológico que hará realidad innovaciones como coches autónomos, hogares inteligentes, cirugías remotas y operaciones a gran escala de maquinaria en la industria y la agroindustria, la licitación garantizará condiciones mínimas de inclusión para 40 millones de brasileños que aún viven en un desierto digital", comentó el ministro de Comunicaciones, Fábio Faria.
"Internet de las cosas"
Los sectores como el agrícola, la industria, la telemedicina o la educación a distancia están entre los grandes beneficiarios de esta tecnología, muchas veces presentada como "el internet de las cosas".
A modo de ejemplo, el Gobierno brasileño espera que el sector del agronegocio aumente su productividad con el 5G al conectar todo el proceso de la cadena productiva: monitoreo de la salud de un animal a través de chips, de las condiciones climáticas con drones o la situación hídrica con sensores; colectar una cosecha con máquinas que utilizarán inteligencia artificial o la distribución de los productos con mapas y un sistema GPS.
Asimismo, el 5G contará con una velocidad 100 veces mayor que la que tiene ahora el 4G y su conexión será mucho más estable. "No teníamos Uber en 3G porque las características que pide Uber de ubicación o velocidad no estaban disponibles. Estas aplicaciones vinieron con las redes 4G. Cuando tengamos la 5G extendida, tendremos sensores y nuevas aplicaciones ", explicó Wilson Cardoso, miembro del Instituto de Ingenieros, Electricistas y Electrónica (IEEE).
A pesar de su entrada en el mercado, los celulares con tecnología 4G, 3G y 2G seguirán funcionando. Se necesitará un teléfono compatible con esta tecnología y, por el momento, los aparatos en venta en Brasil son modelos sofisticados, por encima de los 6.000 reales (unos 1.100 dólares).
El politólogo Bruno Lima Rocha señaló que la presión sobre Huawei se debe a que EE.UU. pretende obtener acceso exclusivo a los datos del ejecutivo brasileño.
Marta Miera
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