China despliega en el desierto maquetas gigantes de un portaaviones y de buques de EE.UU. como blancos de sus misiles balísticos

Washington ha intensificado este año sus operaciones militares en el disputado mar de la China Meridional.

El Ejército Popular de Liberación de China ha construido maquetas móviles a tamaño real de un portaaviones y de otros buques de guerra estadounidenses y las ha desplegado en el desierto de Taklamakán, en el noroeste del país, posiblemente para usarlas como blancos para sus misiles balísticos antibuque de largo alcance, informa el Instituto Naval de EE.UU.

Imágenes obtenidas por satélite, proporcionadas por una empresa de tecnología espacial, muestran réplicas a gran escala de un portaaviones y de al menos dos destructores de misiles guiados de la clase Arleigh Burke, una de 75 metros de largo. Las maquetas están montadas sobre un extenso sistema de rieles.

Según la empresa de inteligencia geoespacial AllSource Analysis, Pekín ha utilizado tradicionalmente esa área para pruebas de misiles balísticos. "Las maquetas de varios posibles buques de guerra estadounidenses podrían simular blancos relacionados con pruebas de rastreo/localización de objetivos", señaló AllSource Analysis. "Los detalles de las maquetas, incluida la instalación de múltiples sensores en los 'buques' y en torno a ellos, indicarían que es probable que esta área esté destinada para múltiples usos", agregó.

El Ejército Popular de Liberación cuenta con varios programas de misiles balísticos antibuque basados en tierra, incluidos el DF-21D y DF-26B, apodados 'asesinos de portaviones', de un alcance aproximado de 1.800 y 4.000 kilómetros, respectivamente. 

Esta no es la primera vez que Pekín construye este tipo de maquetas en la región, si bien estas son mucho más sofisticadas. Según un informe del Pentágono publicado a finales de octubre, uno de los principales objetivos del Ejército Popular de Liberación es limitar la eficacia de las fuerzas navales estadounidenses cerca de China mediante sus misiles balísticos.

EE.UU. ha intensificado este año sus operaciones militares en el disputado mar de la China Meridional, realizando el pasado mes de octubre hasta 52 vuelos de reconocimiento sobre la región. Las tensiones entre ambas naciones han aumentado, y Pekín ha protestado cuando Washington se ha asociado con sus aliados, entre ellos Reino Unido, Alemania y Canadá, para aumentar su presencia militar en la región.