"¿A quién van a atacar?": China critica a Australia por buscar la adquisición de submarinos nucleares y Canberra responde
El ministro de Defensa australiano, Peter Dutton, ha comentado este viernes las palabras del embajador interino de China en Canberra, Wang Xining, respecto a la potencial amenaza que podría representar el acuerdo AUKUS, en el marco del cual el país oceánico busca adquirir submarinos de propulsión nuclear.
En una entrevista con The Guardian publicada un día antes, el diplomático chino destacó que "el intento de adquirir un submarino de propulsión nuclear sin duda tiene un impacto en el actual sistema de no proliferación nuclear". Asimismo, agregó que podría representar una amenaza para el propio país oceánico, dado que "hay cero capacidad nuclear, tecnológicamente, en Australia, que garantice que estarán libres de problemas, estarán libres de incidentes".
La percepción de Australia en China es la de un país pacífico, pero eso podría cambiar después de que Canberra adquiera submarinos nucleares. "¿A quién van a atacar? Ya no son [...] unos defensores de la paz sino, en cierto grado, portadores de sable", criticó el diplomático.
La respuesta de Australia
En respuesta, el ministro de Defensa de Australia ha calificado las declaraciones de Wang como "provocadoras", "cómicas" y "tontas". Asimismo, ha instado a dejar de lado este tipo de comentarios de naturaleza "contraproducente".
El pacto AUKUS plantea preocupaciones no solo en China, y algunos expertos creen que la adquisición de submarinos nucleares viola el Tratado de No Proliferación Nuclear. "Las implicaciones de no proliferación del acuerdo submarino de AUKUS son negativas y serias. Para obtener estos submarinos, Australia tendrá que convertirse en el primer estado no poseedor de armas nucleares que aprovecha una laguna jurídica que le permita retirar el material nuclear del sistema de inspección del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA)", escribió en septiembre James M. Acton, codirector del Programa de Política Nuclear del Fondo Carnegie para la Paz.
"No me preocupa realmente que Australia use este material de manera inapropiada, pero me preocupa que esta eliminación establezca un precedente devastador", considera el experto.
- Con su adhesión a la alianza AUKUS, integrada también por el Reino Unido y Estados Unidos, Australia desató a mediados de septiembre un escándalo internacional, dado que para unirse al tratado hizo nulo un contrato valorado en 66.000 millones de dólares que tenía con un constructor naval francés. En respuesta, París acusó a Canberra de "traición".