Ofrece una recompensa de 341.000 dólares a quien le devuelva su caja fuerte con casi 3 millones de dólares en criptomonedas
Un empresario neozelandés ofrece una recompensa de 341.000 dólares a la persona que le devuelva su caja fuerte que contiene los datos que dan acceso a unos 2.728.658 dólares en criptomonedas. Según comentó a Weekend Herald, sufrió un robo en septiembre durante los trabajos de renovación en su casa familiar en Westmere, un suburbio de Auckland, y además de la caja fuerte, los ladrones se llevaron 6.820 dólares en efectivo, relojes Rolex y Tag Heuer, joyas con diamantes y reliquias familiares.
El afectado, Mark Geor, se siente "tonto" por haber guardado toda su fortuna en el mismo lugar, pero sostiene que los delincuentes no tenían ni idea de lo que estaba dentro de la caja fuerte. En todo caso, la Policía aún no ha dado con los responsables del robo y no ha logrado devolver al hombre sus pertenencias.
Geor descubrió que su casa había sido asaltada el 10 de septiembre al percatarse de que los ladrones habían cortado la luz, desactivando la alarma. Según la víctima, "sabían lo que estaban haciendo". "Si se pone la alarma, hay un pequeño retraso antes de que se active, parece que fueron capaces de apagarla bastante rápido", precisó.
El investigador privado Mike Campbell, encargado del caso, detalló que el robo fue cometido probablemente hasta la medianoche del día 10 y que los ladrones iban bien preparados.
La caja fuerte pesaba unos 160 kilos y estaba atornillada al suelo de hormigón, así que quienes irrumpieron en la casa de Geor tuvieron que sacarla del armario en la escalera primero y luego "arrastrarla por la habitación y ponerla en una carretilla para llevarla a la parte delantera de la casa, y tener un vehículo lo suficientemente grande para transportarla", comentó Campbell al medio local.
Efectivamente, las imágenes de las cámaras de seguridad de un vecino revelaron que un auto Subaru y un Toyota aparecieron cerca del lugar entre las 21:00 y las 21:30 y, según el relato de un vecino, uno de los potenciales sospechosos había aparecido en el barrio dos días antes del robo, contó el investigador.