La candidata izquierdista a la presidencia de Honduras Xiomara Castro, de Libertad y Refundación (Libre), aventaja por casi 20 puntos porcentuales a Nasry Asfura, del oficialista Partido Nacional, según el recuento preliminar del Consejo Nacional Electoral (CNE), con el 51,25 % de actas procesadas.
Con una participación "histórica" de 68,27 % de los ciudadanos que acudieron a las urnas, según informaron las autoridades, el domingo se llevaron a cabo comicios generales en el país centroamericano para elegir al sucesor del actual mandatario Juan Orlando Hernández.
De acuerdo al conteo del Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) del CNE, Castro suma 957.868 votos (53,61 % de las preferencias), mientras que Asfura, su contendiente más cercano, alcanza 605.130 (33,87 %).
En el tercer puesto de los resultados preliminares se ubica el candidato del Partido Liberal, Yani Rosenthal, con 164.704 votos (9,21 %).
"Doce años de resistencia"
Después de que el CNE diera a conocer los primeros resultados preliminares que ubicaban a Castro con el 53,44 % de la votación, la candidata izquierdista ofreció una conferencia de prensa desde la sede de su partido donde reconoció su triunfo y habló de sus planes de Gobierno.
"¡Ganamos! Doce años de este pueblo en resistencia y estos doce años no fueron en vano porque hoy el pueblo se ha manifestado y ha hecho valer esa frase de 'Solo el pueblo salva al pueblo", fueron sus primeras declaraciones. Con estas afirmaciones, la izquierdista se refirió al golpe de Estado en contra de su esposo, Manuel Zelaya, ocurrido en 2009, con apoyo de EE.UU.
"Hoy el pueblo ha hecho justicia, revertimos el autoritarismo y el continuismo y vamos a formar un Gobierno de reconciliación, de paz y de justicia", agregó.
Castro también manifestó que se iniciará un proceso "para garantizar una democracia participativa y directa", basado en consultas populares a través de los gobiernos locales y los poderes legislativo y ejecutivo. "Nunca más se va a abusar del poder en este país porque el pueblo será el vigente eterno", dijo.
En su mensaje, la candidata de Libre manifestó que le tenderá la mano a los opositores: "No tengo enemigos", enfatizó. Además, llamará a un diálogo "para encontrar puntos de coincidencia" y "conformar las bases mínimas para un próximo Gobierno".
En este sentido, expresó que espera reunirse con empresarios y organizaciones sociales e internacionales para "construir una nueva era para el pueblo hondureño".
"Fuera los escuadrones de la muerte, fuera la corrupción, fuera el narcotráfico y el crimen organizado. No mas pobreza ni más miseria en Honduras. ¡Hasta la victoria siempre! Unidos, juntos, vamos a transformar este país", agregó Castro, en alusión a la difícil situación política, económica y social que hay en el país centroamericano.
A la espera del escrutinio final
Pese al llamado de las autoridades a las organizaciones para no adelantarse en la proclamación de resultados, las dirigencias de los dos principales partidos se declararon vencedores durante la jornada.
El expresidente hondureño, Manuel Zelaya, afirmó que su esposa Xiomara Castro resultó vencedora en la elección, mientras que el oficialista Partido Nacional proclamó la victoria de Asfura.
"Vamos a demostrar con actas y con votos la victoria del Partido Nacional", afirmó el dirigente Juan Diego Zelaya, cerca de las 20:00 horas.
En tanto, el Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal llamó a sus representantes en las Juntas Receptoras de Votos a estar atentos en "la defensa de los sufragios y la vigilancia del proceso hasta su conclusión", según un comunicado de prensa que leyó Yadira Bendaña.
Además del sucesor de Hernández, los hondureños acudieron a las urnas para elegir a tres designados presidenciales, 20 miembros del Parlamento Centroamericano, 128 diputados del Congreso Nacional y 298 alcaldes y sus respectivos regidores.
A partir de este lunes, el CNE tiene 30 días para dar a conocer el escrutinio final y proclamar al ganador de la elección, ya que en el país centroamericano no hay segunda vuelta.
Hasta el momento se han procesado el 51,25 % de las actas, lo que corresponde a más de 1,8 millones de votos.
Una elección clave para un país en crisis
Honduras llegó a estos comicios en medio de varios problemas estructurales que se han agravado durante la actual administración de Hernández, quien logró su segundo mandato tras una polémica decisión de la Corte Suprema que le permitió presentarse a la reelección y pese a las irregularidades que hubo el día de la votación, en 2018.
Además, los últimos años de Gobierno de Hernández estuvieron marcados por las acusaciones de corrupción y sus presuntos vínculos con el narcotráfico, especialmente después de que su hermano Juan Antonio, exdiputado hondureño, fuese condenado a cadena perpetua por delitos de tráfico de drogas.
La Fiscalía de Nueva York, por su parte, también ha señalado al mandatario de ser "co-conspirador" del narcotraficante Geovanny Fuentes Ramírez, quien fue hallado culpable de los cargos de "conspiración para importar cocaína a EE.UU." y por el uso y porte de ametralladoras durante la operación de tráfico de estupefacientes.
A esa situación de deterioro institucional se suma el drama social. Entre los principales indicadores que dan cuenta de la grave situación que atraviesa Honduras están la pobreza –que alcanzará 70% de la población debido al impacto de la pandemia de covid-19– y la violencia, ya que la nación registró la tasa de homicidios más alta de Centroamérica el año pasado y padece las consecuencias de la acción de grupos pandilleros, muchos de ellos dedicados al narcotráfico.
Estos indicadores, aunados a la caída de 9 % del Producto Interno Bruto (PIB) que se registró en 2020, así como la inseguridad alimentaria que provocaron los recientes huracanes Eta e Iota, han empujado más que nunca un fenómeno el ganador de estas elecciones tendrá que afrontar cuando llegue al poder: la migración irregular hacia EE.UU.
La cuestión migratoria no solo está entre los principales puntos de agenda pendiente del país centroamericano, sino en las prioridades del Gobierno estadounidense, por lo que probablemente sea el que marque la pauta para el próximo inquilino del Palacio José Cecilio del Valle en el ámbito internacional.