Biden reactiva este lunes el programa 'Quédate en México' como política migratoria, entre críticas y promesas de eliminarlo "lo antes posible"
EE.UU. reinstala los Protocolos de Protección a Migrantes, un programa conocido como 'Quédate en México', impulsado inicialmente por la administración de Donald Trump y suspendido a inicios de este año por el actual Gobierno demócrata.
La medida, que genera controversias en ambas naciones, obliga a los solicitantes de asilo estadounidense a esperar en el país vecino mientras avanza el proceso de registro. En su gran mayoría, los aspirantes son ciudadanos centroamericanos.
La reactivación de 'Quédate en México' produce críticas contra el presidente de EE.UU., Joe Biden, quien anteriormente había tildado a esta política de "peligrosa" e "inhumana". En otras ocasiones, el mandatario también remarcaba: "Va en contra de todo lo que defendemos como una nación de inmigrantes". De hecho, afirmaba que su administración iba a "a acabar" con ese programa.
Un plazo de 180 días para responder las solicitudes
El líder de la Casa Blanca se ve obligado a continuar con este plan por un fallo judicial que exige reinstalar el programa. La resolución se produjo luego de que los estados de Texas y Misuri —ambos con administraciones republicanas— interpusieran una demanda.
De todos modos, el Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Nicholas Mayorkas, aseguró que este programa finalizará lo antes posible. En contrapartida, el fiscal de Texas Ken Paxton calificó el regreso de esta política como "una gran victoria". Y agregó: "Continuaré luchando para restaurar la seguridad y el orden a lo largo de nuestra frontera".
Para proseguir con estos protocolos, Washington se compromete a responder las peticiones de asilo en un plazo máximo de 180 días. Para ello, se van a designar a 22 jueces dedicados a la inmigración, que analizarán estos casos de modo exclusivo. A nivel sanitario, todas las personas involucradas serán vacunadas contra el coronavirus.
"Nadie ha estado preparado para este movimiento migratorio"
Desde México, varias organizaciones critican no haber sido avisadas con anticipación. El conflicto se produce porque ahora muchas personas van a tener que aumentar su estadía en los territorios fronterizos, demandando mayor asistencia social. De hecho, muchos refugios y campamentos se muestran abarrotados, sobre todo por la importante cantidad de ciudadanos haitianos que llegaron de modo reciente, en vista de la crisis política, económica y social que se agravó en la isla tras el magnicidio de Jovenel Moïse.
"La capacidad de los albergues ha ido creciendo en proporción a la emergencia humanitaria", expresa Gerardo Talavera, director general de la organización Casa Refugiados. "Muchas de las casas con las que colaboramos, empezaron atendiendo a 20 personas, y hoy atienden a unas 60 o 70", señala.
El entrevistado remarca que "las capacidades se han ido ampliando porque la necesidad ha sido cada vez mayor". Y enfatiza: "Nadie ha estado preparado para este movimiento migratorio, pero sí hay mucha voluntad y ganas de apoyar a las personas para que tengan una mejor ruta".
Entre tanto, aumenta la incertidumbre para miles de migrantes que esperan ser aceptados en EE.UU., y ahora deben aguardar en México.
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