El Pentágono resuelve no imponer castigos a los militares responsables de un ataque con dron que mató en Afganistán a 10 civiles, incluyendo niños

El ejército de EE.UU. reconoce haber matado a cientos de civiles durante sus operativos contra supuestos grupos terroristas en Afganistán, Irak, Siria y Somalia en las últimas décadas, pero rara vez ha dictado cargos o sanciones contra el personal involucrado.

Ninguno de los militares estadounidenses involucrados en un asalto con drones perpetrado en agosto de 2021, que mató a 10 civiles, incluyendo niños, enfrentará castigos, informa este lunes AFP al citar al secretario de Prensa del Departamento de Defensa de EE.UU., John Kirby.

El portavoz de la entidad informó que el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, "aprobó las recomendaciones" de una investigación del episodio, cuyos autores llamaron a no castigar a los responsables del ataque. "El secretario de Defensa [...] no está pidiendo medidas adicionales de responsabilidad", enfatizó Kirby.

"Lo que observamos ahí fue un colapso en el proceso, en la ejecución y los eventos procesales, y no el resultado de una negligencia, una mala conducta o un liderazgo deficiente", aseguró el portavoz de la entidad, para además subrayar que si Austin "creyera [...] que la responsabilidad estaba justificada, ciertamente apoyaría ese tipo de medidas".

El 29 de agosto de 2021, en medio de su retirada de Afganistán, el ejército de EE.UU. llevó a cabo un ataque con drones contra un vehículo que supuestamente amenazaba el aeropuerto de Kabul. La acción produjo la muerte de 10 civiles, entre ellos 7 niños. Unos días después, el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., Mark Milley, calificó la acción de "justa", asegurando que los militares lograron eliminar a un "facilitador" del grupo terrorista ISIS-K. 

No obstante, luego el Pentágono admitió que todos los fallecidos en aquel ataque con dron fueron víctimas inocentes que no estaban vinculadas al ISIS-K, ni representaban una amenaza para las tropas estadounidenses. Asimismo, ofreció indemnizaciones a los familiares de los civiles, por un monto no especificado. A principios de noviembre se dio a conocer que la investigación del episodio dictaminó que la muerte de civiles no fue causada por acciones inapropiadas o negligencia, por lo que no recomendó ninguna acción disciplinaria.

El ejército de EE.UU. reconoce haber matado a cientos de civiles durante sus operativos contra supuestos grupos terroristas en Afganistán, Irak, Siria y Somalia en las últimas décadas. Aunque el Pentágono ha aceptado la responsabilidad por algún ataque aéreo o incursión terrestre errados  que costaron vidas inocentes, rara vez ha dictado cargos o sanciones contra el personal involucrado.

Una de las excepciones más destacadas en esta tendencia fue la decisión del Departamento de Defensa de EE.UU. de sancionar al menos a una docena de militares por su papel en un ataque aéreo, en octubre de 2015, contra un hospital en Afganistán, que costó la vida a 42 personas. Cabe destacar que a pesar de esa decisión, ninguno de los militares involucrados enfrentó cargos criminales.