Israel estuvo involucrado en el asesinato del comandante superior de la Fuerza Quds de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, el general Qassem Soleimani, cometido en enero del año pasado por las Fuerzas Armadas estadounidenses, según lo reveló el exjefe de la Inteligencia Militar israelí, Tamir Hayman, recoge The Jerusalem Post.
El general iraní, una figura clave en la dirección de las acciones militares de Irán en Oriente Medio, murió durante un ataque aéreo lanzado cerca del aeropuerto internacional de Bagdad (Irak) el 3 de enero de 2020.
"El asesinato de Soleimani es un logro, ya que nuestro principal enemigo, a mi juicio, son los iraníes", dijo Hayman en una entrevista con la revista Malam. "Desbaratamos muchas formas en las que [los iraníes] intentaron hacer contrabando de armas y de dinero" para, de esa forma, "impedir" que "se atrincheraran en Siria", agregó.
Hayman, quien se retiró en octubre, confesó que el asesinato de Soleimani fue uno de los dos más importantes que se habían llevado a cabo durante su mandato. El otro fue el atentado contra el líder del movimiento yihadista, Baha Abu al Ata, en noviembre de 2019 en la Franja de Gaza.
Aunque se rumoreaba que Israel había revelado a Estados Unidos la ubicación de Soleimani antes del atentado, esta es la primera vez que un alto cargo militar israelí confirma la participación de la Inteligencia del país hebreo en dicho asesinato selectivo.
El Pentágono asumió la responsabilidad del asesinato e indicó que fue ordenado por el entoncespresidente Donald Trump, que buscaba romper así la influencia de Teherán en la región. Soleimani había supervisado las intervenciones de Irán en las luchas de poder regionales, desde el Líbano e Irak hasta Siria y Yemen.
Según la Defensa estadounidense, el bombardeo fue dirigido contra Soleimani y "tenía como objetivo disuadir futuros planes de ataque iraníes". "El Ejército estadounidense tomó medidas defensivas decisivas para proteger al personal de EE.UU. en el extranjero matando a Qassem Soleimani", alegaron las autoridades del país norteamericano.
Mientras, el enviado especial de Irán en la ONU, Majid Takht Ravanchi, señaló entonces que Estados Unidos entró en una nueva fase de escalada y animosidad con Irán tras asesinar al alto cargo militar. Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, advirtió que las tensiones entre EE.UU. e Irán alcanzaban niveles peligrosos. Paralelamente, el primer ministro de Irak, Adil Abdul Mahdi, afirmó que la respuesta de Irán podría desatar "una guerra total devastadora" en la región.