Durante una conversación telefónica mantenida este lunes, el ministro de Defensa de Japón, Nobuo Kishi, y su homólogo chino, Wei Fenghe, acordaron establecer un canal directo de comunicación entre sus ministerios, dio a conocer la cartera militar de Japón en su sitio web.
"Los dos ministros confirmaron la importancia del establecimiento oportuno de una línea directa entre las autoridades de defensa japonesas y chinas para mejorar la eficacia de los mecanismos de comunicación aérea y marítima. También coincidieron en que esta línea deberá comenzar a operar para fines de 2022 bajo su firme liderazgo", reza el comunicado de la entidad.
Durante una rueda de prensa posterior a las negociaciones, Kishi enfatizó la importancia del establecimiento del diálogo para paliar los desacuerdos pendientes entre ambos países. "Confirmamos que el establecimiento [...] de una línea directa entre las autoridades de defensa japonesas y chinas es importante, [...] dada la presencia de problemas en las relaciones con China, debemos intentar promover el intercambio de opiniones y fomentar el entendimiento y la confianza mutua", sostuvo el alto funcionario.
A su vez, el Ministerio de Defensa de China enfatizó que continuará "salvaguardando firmemente la soberanía territorial, así como los derechos e intereses marítimos [de su país]". A juicio del ministro Wei Fenghe, Pekín y Tokio deben "gestionar y controlar conjuntamente los riesgos" mientras trabajan por mantener la estabilidad en el mar de la China Oriental.
La comunicación se produjo después de que transcendiera que Japón llevó a cabo en noviembre un simulacro que involucró a sus Fuerzas de Autodefensa, Guardia Costera y Policía bajo el supuesto de que "fuerzas extranjeras" habían ocupado las islas Senkaku (Diaoyu), disputadas entre Tokio y Pekín.
En 2012, tres de las cinco islas Diaoyu fueron compradas por el Gobierno nipón a un propietario privado, un paso que deterioró las relaciones chino-japonesas. Un año después, Pekín amplió unilateralmente su zona de defensa aérea en el mar de la China Oriental hasta cubrir ese archipiélago. El pasado 16 de febrero, Tokio señaló que dos buques armados chinos entraron en la zona cercana al archipiélago y acosaron a un barco pesquero japonés. Pekín justificó el desplazamiento de sus buques cerca de ese archipiélago deshabitado señalando que las aguas del mar de la China Oriental son su "territorio inherente".