Protestas en Kazajistán por el aumento de los precios del combustible escalan en enfrentamientos y el estado de sitio: ¿Qué ocurre?

Las manifestaciones estallaron el 2 de enero en la ciudad de Janaozen y se propagaron rápidamente a otras ciudades y localidades.

El presidente de Kazajistán acepta la dimisión de los miembros del Gobierno ante la ola de violentas protestas que azotan varias regiones del país

Ante las protestas por el aumento de los precios del combustible que se registran en varias regiones de Kazajistán por tercer día consecutivo, el presidente del país, Kasim-Yomart Tokáev, ha declarado este martes el estado de sitio en la ciudad de Almatý y la provincia de Mangystau a partir de la 01:30 del 5 de enero hasta las 00:00 del 19 de enero.

La medida se tomó en vista del "agravamiento de la situación, con el fin de garantizar la seguridad pública, restablecer el orden público y proteger los derechos y libertades de los ciudadanos", informa informburo.kz.

Poco después, en Almatý se introdujo un toque de queda desde las 23:00 a las 7:00. Durante esta franja horaria se restringen la libertad de movimiento, la entrada y la salida de la urbe; se prohíben las reuniones pacíficas y las huelgas, así como se confiscan de forma temporal las armas y municiones de los residentes, entre otras medidas.

En esta jornada de protestas cientos de personas salieron a las calles de Almatý (la urbe más grande de la nación) y, en medio de los disturbios, algunos de los participantes agredieron a los agentes de seguridad y quemaron varios vehículos policiales. Se reporta que las fuerzas del orden emplearon gas lacrimógeno, granadas aturdidoras y de humo para dispersar a los manifestantes más violentos. Varios videos al respecto se han compartido en redes sociales. 

Causa de las protestas

Las manifestaciones estallaron el 2 de enero en la ciudad de Janaozen (provincia de Mangystau). Los residentes protestan por la subida de los precios del gas licuado del petróleo con el que se abastecen la mayoría de vehículos en la región. El valor del combustible se disparó de 50-60 tengues (unos 0,11-0,14 dólares estadounidenses) a 120 tengues (0,28 dólares) por litro.

Luego, las protestas se propagaron a la ciudad capitalina de Nursultán, así como a Aktau (capital de la provincia de Mangystau), Almatý, Aktobé (capital de la provincia homónima) y Taldykorgan (capital de la provincia de Almatý), entre otras urbes y localidades. Así, el 3 de enero una manifestación aglutinó a unas 5.000 personas en Aktau, quienes también hicieron demandas políticas.

Concesiones económicas sin efecto

Este 4 de enero los representantes de una comisión gubernamental anunciaron haber acordado disminuir los precios del gas licuado de petróleo hasta 50 tengues por litro en la provincia de Mangystau. Además, prometieron no procesar a los que participaron en las manifestaciones. Posteriormente, el presidente kazajo confirmó la noticia. Mientras, la misma medida fue anunciada por las autoridades de la provincia de Aktobé.

Pese a las concesiones económicas adoptadas por el Gobierno, las protestas continúan en el país centroasiático con reportes de que algunos grupos en las calles exigen la renuncia del actual Ejecutivo, así como la del exmandatario Nursultán Nazarbáyev que actualmente ocupa el cargo del presidente del Consejo de Seguridad Nacional de Kazajistán.

Por su parte, las autoridades han respondido con el despliegue masivo de los agentes antidisturbios en los focos de las protestas para evitar la escalada de la situación. Además, se reporta de fallos en el funcionamiento de las principales aplicaciones de mensajería instantánea como Telegram, WhatsApp y Signal en el territorio de la nación.

El operador de telefonía Beeline comunicó que su Internet móvil funciona de forma intermitente "por razones ajenas a la empresa", mientras que la compañía Kcell atribuyó las interrupciones a las medidas de seguridad emprendidas por los órganos competentes.

Tokáev se dirigió este martes a la población con un discurso en el que instó a los ciudadanos a no ceder ante las provocaciones internas y externas.  "Los llamamientos a atacar oficinas civiles y militares son completamente ilegales. Se trata de un delito que puede ser castigado. El Gobierno no caerá, pero lo que necesitamos no es el conflicto, sino la confianza mutua y el diálogo", sostuvo el mandatario. 

En este sentido, el periodista y analista internacional Pablo Jofré Leal señaló que siempre hay quienes intentan aprovecharse de este tipo de situaciones, especialmente en una zona de importancia geopolítica como Kazajistán. Asimismo, el experto recalcó que, debido a los intereses políticos de Occidente en este territorio, el país asiático está en medio del conflicto entre su vecino Rusia y la OTAN.