El presidente de Kazajistán tacha de "agresión externa" la situación del país y pide apoyo a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva

Kasim-Yomart Tokáev denunció que "los elementos vandálicos" tienen un alto nivel de organización, lo que evidencia que hubo "un plan de acción cuidadosamente pensado".

El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáev, ha anunciado este miércoles durante un discurso televisado que ha pedido ayuda a los Estados miembros de la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva (OTSC), en medio de las masivas protestas que desde hace varios días sacuden el país.

El mandatario consideró que las manifestaciones en la nación son un acto de agresión, asegurando que "las bandas terroristas" recibieron entrenamiento en el extranjero.

"Estas bandas terroristas son internacionales, han recibido un importante entrenamiento en el extranjero y su ataque a Kazajistán puede y debe considerarse un acto de agresión", afirmó el presidente.

"Al respecto, valiéndome del Tratado de Seguridad Colectiva, he hecho hoy un llamado a los jefes de la OTSC para que brinden apoyo a Kazajistán en la superación de esta amenaza terrorista. En realidad, no se trata de una amenaza, sino de un menoscabo de la integridad territorial", precisó.

Según estipula el artículo 4 de la OTSC, los Estados miembros prestan sin demora el apoyo, incluido militar, al integrante que ha sido atacado desde el exterior. Además, el artículo 2 del tratado estipula que los miembros realizan consultas conjuntas para coordinar sus acciones en caso de una amenaza a la seguridad, estabilidad, integridad territorial y soberanía de uno de los integrantes de la alianza.

Superar "la franja negra" de la historia del país

Además, Tokáev denunció que "los elementos vandálicos", a los que también tachó de "conspiradores", tienen un alto nivel de organización, lo que evidencia que hubo "un plan de acción cuidadosamente pensado", según se detalla en un comunicado presidencial. El mandatario mostró su confianza en que el país podrá salir de "esta franja oscura" de su historia, prometiendo a la población seguir el curso de reformas políticas graduales.

En paralelo, el presidente adelantó que el aeropuerto internacional de la ciudad de Almatý, que se convirtió en el epicentro de tensiones, fue tomado por los grupos radicales de las protestas, que además se apoderaron de cinco aviones, incluidos los extranjeros. Poco después, el vicealcalde de Almatý precisó que el aeropuerto ya ha sido liberado, mientras que se ha lanzado una operación antiterrorista en toda la urbe.

Tokáev constató que los grupos radicales siguen destrozando partes de la infraestructura y establecimientos que almacenan armas de fuego tanto en Almatý, la antigua capital de la nación, así como en otras urbes. En redes circulan numerosos videos que muestran los daños ocasionados por los saqueadores en el aeropuerto de Almatý y otros edificios en la ciudad.