Las Armadas de EE.UU. y Japón realizaron un simulacro masivo en el mar de Filipinas el 22 de enero, el cual contó con la participación de dos portaviones estadounidenses, dos barcos anfibios, decenas de aviones de combate y un buque de guerra japonés de gran cubierta.
El Instituto Naval de Estados Unidos (USNI) precisó que tomaron parte los superportaviones USS Carl Vinson (CVN-70) y USS Abraham Lincoln (CVN-72), los buques de asalto anfibio USS America (LHA-6) y USS Essex (LHD- 2), los cruceros de misiles guiados USS Mobile Bay (CG-53) y USS Lake Champlain (CG-57), 26 aviones y los destructores USS Spruance (DDG-111), USS Chafee (DDG-90), y USS Gridley (DDG-101), así como el destructor japonés JS Hyuga (DDH-181).
"¡Libertad en su máxima expresión! Nada reafirma nuestro compromiso con un Indo-Pacífico libre y abierto como 2 grupos de ataque de portaviones y 2 grupos anfibios navegando junto a nuestros amigos cercanos de la Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón", señaló el vicealmirante Karl Thomas, comandante de la Séptima Flota de EE.UU. con sede en Japón en un comunicado publicado el domingo en las redes sociales.
Asimismo, una declaración de la Armada de EE.UU. aseguró que el entrenamiento estaba destinado a "preservar y proteger una región del Indo-Pacífico libre y abierta".
De acuerdo al USNI, se trata de los ejercicios más potentes de este tipo desde los que fueron llevados a cabo en octubre pasado por EE.UU., el Reino Unido y Japón al sureste de Okinawa. Esta vez no se precisó la ubicación exacta del simulacro, que se realizó en el mar de Filipinas, que incluye aguas al este de la isla china de Taiwán.
Cabe mencionar que el pasado 7 de enero, los ministros de Defensa y de Asuntos Exteriores de Japón y EE.UU. anunciaron en una declaración conjunta que la capacidad militar del país del sol naciente se verá "fundamentalmente reforzada" para "fortalecer su defensa nacional y contribuir a la paz y la estabilidad" en el Indo-Pacífico.
El texto indica que ambas naciones "acogieron con satisfacción la profundización de la cooperación, incluidas las misiones de protección de activos y las operaciones conjuntas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, y el entrenamiento y las maniobras, así como las opciones flexibles de disuasión y los mensajes estratégicos".
Con esta cooperación, las autoridades japoneses y estadounidenses pretenden lograr un éxito mucho más rápido en el desarrollo de tecnologías de vanguardia y crear tipos de armas capaces de enfrentarse a los misiles hipersónicos y las armas espaciales de los posibles adversarios, según señalaron expertos de la Oficina Nacional de Investigación Asiática de EE.UU. en un reciente informe. El anuncio llegó en medio de las tensiones sobre la isla de Taiwán con China, y la intensificación del programa de pruebas de misiles por parte de Corea del Norte.