El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ofreció este jueves una rueda de prensa en la que comentó la situación en torno a Ucrania.
El subdirector del Departamento de Información y Prensa del ministerio, Alexéi Záitsev, señaló que Rusia considera inaceptable la idea de una guerra con el país vecino y subrayó que Moscú cree que sin la denominada "ayuda" de Occidente, el conflicto en Ucrania se habría resuelto hace tiempo.
"Estamos convencidos de que sin la llamada ayuda occidental, el conflicto en el este de Ucrania se habría resuelto hace tiempo. Y el propio conflicto, que comenzó cuando los nacionalistas llegaron al poder, muy probablemente no se habría producido", dijo Záitsev.
El funcionario subrayó que Rusia espera que "los países de la OTAN dejen de alimentar el conflicto en el este de Ucrania y se abstengan de interferir en los asuntos internos de ese país, lo que debería permitir a las partes contratantes ucranianas resolver sus diferencias en un diálogo directo entre ellas".
Al mismo tiempo, apuntó que Moscú observa "una tranquilidad comparativa en la línea de contacto en Donbass, donde el número de violaciones del alto el fuego disminuyó en comparación con las primeras semanas de enero", lo que también está confirmado por los informes de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.
"Un trasfondo desfavorable para el diálogo sobre las garantías de seguridad"
Asimismo, Záitsev apuntó que las afirmaciones del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, sobre la posibilidad de una mayor presencia militar de la Alianza Atlántica en Europa del Este crean un trasfondo negativo para las conversaciones sobre garantías de seguridad.
"Tales declaraciones del secretario general de la OTAN crean un trasfondo desfavorable para el diálogo sobre las garantías de seguridad. Confirman que reforzar la posición negociadora con capacidades militares se ha convertido en una práctica habitual de la Alianza", dijo.
Además, Záitsev afirmó que las acciones de la OTAN para reforzar su presencia en Europa del Este se fundamentan en "la histeria sobre la amenaza rusa a los países de la Alianza". Apuntó que los aviones de reconocimiento de la OTAN vuelan regularmente cerca de las fronteras rusas. "La aviación estratégica de la OTAN practica ataques a instalaciones y centros de control rusos. Toda la planificación militar de la OTAN está subordinada al mismo objetivo de disuadir a Rusia y lograr la superioridad en todos los posibles teatros de guerra y en todos los entornos operativos", declaró.
Al mismo tiempo, subrayó que Moscú no amenaza a nadie, pero la Alianza Atlántica lleva décadas reforzando su flanco oriental mediante el desarrollo activo de los territorios de los nuevos Estados miembros.
Washington y la OTAN no dieron "reacción positiva" a la cuestion principal planteada por Moscú
Previamente, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, comentó este jueves las respuestas recibidas el día anterior de EE.UU. y la OTAN a las propuestas de garantía de seguridad, publicadas previamente por Moscú. Afirmó que la respuesta de EE.UU. no contiene una "reacción positiva" a la cuestión principal: la no expansión de la OTAN hacia el este y el no despliegue por parte de la Alianza Atlántica de armas de ataque que puedan amenazar al territorio ruso.
El ministro subrayó que será el presidente ruso Vladímir Putin quien tome la decisión sobre los futuros pasos de Moscú respecto a las respuestas de Washington y la OTAN.
Por su parte, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, declaró que Putin ha recibido las respuestas por escrito de Occidente a las propuestas rusas de garantías de seguridad, pero "le llevará tiempo analizarlas".
"Por lo que nuestros colegas declararon ayer, está muy claro que en lo que respecta a las principales líneas que figuraban en los proyectos de documentos que entregamos a nuestras contrapartes, no podemos decir que se hayan tenido en cuenta nuestras preocupaciones o que se haya demostrado una voluntad de tenerlas en cuenta", lamentó.
Declaraciones de EE.UU. y la OTAN
Este miércoles, el embajador de EE.UU. en Rusia, John Sullivan, entregó al Ministerio de Exteriores ruso las respuestas por escrito a las propuestas de garantías de seguridad formuladas a mediados de diciembre por Moscú.
Poco después, la postura de Occidente acerca de la materia fue resumida por el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Ambos funcionarios dieron a entender que no aceptan las exigencias de Moscú de acabar con la política de 'puertas abiertas', incluso cuando se trate de países vecinos de Rusia. El jefe del bloque transatlántico declaró que la Alianza continuará coordinándose "estrechamente con Ucrania, así como con todos los socios de la OTAN, incluidos Finlandia, Suecia, Georgia y, por supuesto, la Unión Europea" e instó a Rusia a "retirar sus fuerzas de Ucrania, Georgia y Moldavia". Sin embargo, ambos coincidieron en que el bloque transatlántico espera mantener un diálogo con Rusia.