El Gobierno de Perú denunció este viernes que el volumen de petróleo derramado en Ventanilla y originado en la refinería La Pampilla, subsidiaria de la empresa multinacional Repsol, es casi el doble de lo informado por la compañía.
En una rueda de prensa, el ministro de Ambiente, Rubén Ramírez, señaló que el total de crudo que cayó en aguas y playas del país, el pasado 15 de enero, llega a 11.900 barriles, y no 6.000 como había sido reportado por la firma con sede en Madrid, España.
El funcionario detalló, además, que el derrame se ha extendido a lo largo de 44 kilómetros lineales hasta las costas de Chancay, otro distrito limeño ubicado al norte de Ventanilla.
Según Ramírez, resultaron afectadas un total de 11.337 hectáreas de mar y tierra como producto de este desastre ecológico.
"Nos encontramos frente a un escenario sin precedentes en la historia de nuestra patria. Nunca pensamos que se iba a dar un hecho como este, que iba a generar grandes afectaciones ambientales y económicas", sostuvo el titular de la cartera de Ambiente.
Mientras el Gobierno y la empresa intentan recomponer la zona, donde resultaron afectadas playas, áreas protegidas, flora y fauna marina en la provincia peruana de Callao, la Fiscalía peruana investiga lo ocurrido para determinar responsabilidades.
Este jueves, los fiscales a cargo de la causa pidieron a la Justicia que prohíba salir del país, durante 18 meses, a cuatro directivos de la Refinería La Pampilla S.A., administrada por el Grupo Repsol del Perú S.A.C, por el presunto delito de contaminación ambiental, solicitud que fue aceptada por el Poder Judicial.