La Bolsa de Metales de Londres (LME) suspendió el martes las operaciones de compraventa de níquel y es poco probable que las reanude antes del viernes próximo, tras un aumento de precios de un 250 % en dos sesiones, según informó Bloomberg. Esta interrupción ha sido la primera por parte de esta plataforma del comercio desde 1985, cuando se detuvieron las operaciones de los contratos de estaño.
Esta situación bursátil, relacionada con los temores sobre los futuros suministros de níquel desde Rusia, país sujeto a una creciente presión internacional, afectó ante todo a los jugadores asiáticos y especialmente a las empresas que habían apostado por el descenso del precio, una tendencia contraria a la real.
Así, en Shanghái, las acciones de la compañía Zhejiang Huayou Cobalt (ZHC) se desplomaron dos días consecutivos por debajo del límite diario previamente establecido del 10 % de su valor inicial. Este cambio sustrajo 4.100 millones de dólares de la capitalización de mercado que la empresa tenía el lunes.
ZHC y otras compañías conectadas con el productor chino de níquel Tsingshan Holding Group perdieron en conjunto más de 7.300 millones de dólares de su valor de mercado, según recoge este miércoles el periódico South China Morning Post.
Asimismo China Molybdenum cayó un 3,9 % en Shanghái y un 9 % en Hong Kong, mientras que otras dos empresas especializadas, CNGR Advanced Material y GEM Co., descendieron en más del 2 % en Shenzhen. La australiana Nickel Mines perdió hasta un 23 % de su capitalización en Sídney antes de que la bolsa detuviera las operaciones.
A pesar de ser productora de cobalto, un metal importante que se utiliza en las baterías de vehículos eléctricos, la compañía Huayou Cobalt tiene inversiones conjuntas con Tsingshan en un proyecto de energía y otro de refinación de níquel con sede en Indonesia, según reportaron los medios chinos. Esta asociación comercial ha acumulado una cantidad significativa de inversiones que podrían no llegar a realizarse.
El 8 de marzo los futuros de níquel con entrega en tres meses alcanzaron por primera vez los 100.000 dólares la tonelada (casi una subida del 108 %). El precio que ofrecían para la entrega inmediata del metal superó los 48.000 dólares (un 131 % más en lo que va de año). El alza es parte del efecto de la presión que experimentan las materias primas en todo el mundo tras el comienzo de la operación militar de Rusia en Ucrania, que avivó las preocupaciones por las posibles interrupciones en las cadenas de suministro.