El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha reconocido este miércoles que el cambio de postura de su Ejecutivo con respecto al Sáhara Occidental se ha producido después de unas negociaciones con Marruecos que han permitido alcanzar un acuerdo para garantizar la integridad territorial de ambos países.
El presidente español ha hecho estas declaraciones durante su visita a Ceuta, la ciudad autónoma española en el norte de África, donde se ha reunido con el presidente de la ciudad, Juan Jesús Vivas. Esta tarde tiene previsto continuar su viaje a Melilla, el otro enclave español vecino de Marruecos.
Sánchez ha relatado que su Gabinete ha estado trabajando para garantizar la "seguridad y estabilidad" de las dos ciudades autónomas, que han estado viviendo una situación "extrema y muy compleja" desde el pasado 18 de mayo. Aludía así al episodio de entrada masiva irregular de migrantes que tuvo lugar en Ceuta y que desbordó las capacidades de la ciudad.
"El resultado de todas esas negociaciones es un buen resultado para España y para Marruecos", ha dicho el mandatario, que ha añadido: "No solamente cerramos una crisis, sino que sentamos las bases de una relación mucho más sólida, más fuerte, con el Reino de Marruecos".
Ha concretado que esa "nueva relación" consolida aspectos vinculados con el control migratorio, con la economía y con "el respeto mutuo a la integridad territorial de ambos países".
A la pregunta de los periodistas sobre si el país vecino va a "cesar en su reivindicación anexionista" sobre las ciudades de Ceuta y Melilla, el presidente ha respondido volviendo a incidir en que la nueva relación será "mucho más fuerte y adaptada al siglo XXI" y que se abre una nueva etapa de "seguridad, estabilidad y oportunidades para la ciudad autónoma de Ceuta".
Sobre el momento elegido para este giro histórico en su política internacional, Sánchez ha dicho que "nunca es tarde si se produce un buen acuerdo para ambos países" y ha señalado que las relaciones con Marruecos trascienden el ámbito de la seguridad: "Marruecos para España es un socio estratégico en el ámbito económico y comercial, es nuestro tercer socio fuera de la Unión Europea, tenemos 17.000 empresas en Marruecos y más de 800.000 ciudadanos marroquíes dentro de nuestras fronteras", ha relatado.
Además, ha hecho hincapié en que "lo importante para los ciudadanos españoles es que vean que su Gobierno desde hace 10 meses era consciente de que teníamos una situación insostenible" y que han optado por la vía diplomática, "resilente", para resolver las cuestiones importantes para ambas naciones para poder "llegar a un acuerdo que es bueno para ambos países": "Había un problema que era necesario resolver", ha zanjado.
Así, Sánchez ha defendido que apoyar la posición de Marruecos de que el Sáhara Occidental se convierta en una provincia marroquí es una postura "que también han manifestado otras naciones muy potentes en Europa, como Francia y Alemania, y la propia Comisión Europea", y ha apuntado que la actual posición de España es una de las propuestas que está recogida dentro de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
"Se reconoce que tienen que ser las partes afectadas quienes acuerden la solución. Existía una crisis que no podía sostenerse más en el tiempo. Se trata de un acuerdo equilibrado con acuerdos beneficiosos para ambas partes", ha afirmado Sánchez.