El presidente de Serbia condena como "terrible, equivocada e ilegal" la agresión de la OTAN contra el país en 1999
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, declaró este miércoles que no hay excusa para la agresión de la OTAN y condenó a la alianza por los ataques de 1999.
Hablando en vísperas del 23.º aniversario de los bombardeos sobre Yugoslavia, el mandatario ha dicho que ahora parece una tontería acusar a Rusia de agresión, recordando las acciones de la OTAN. "No se pueden recuperar vidas humanas. Hoy, después de 23 años, se ve mejor lo terrible, equivocado e ilegal de las acciones de 19 países de la OTAN", dijo el mandatario, cuyas palabras recoge el diario Republika.
"Qué ridículo y estúpido suena hoy cuando dicen que atacaron a Serbia por el desastre humanitario y porque así evitaron un 'nuevo Auschwitz', como dijo en su momento el exministro de Exteriores alemán, Joschka Fischer, a los daños colaterales y a las mentiras sin sentido que produjeron al nivel diario. Y qué estúpido resulta hoy cuando acusan a Rusia de agresión contra Ucrania y alguien les recuerda que ellos hicieron lo mismo o peor", declaró el presidente.
Además, Vucic no se mostró de acuerdo con el hecho de que el expresidente serbio Slobodan Milosevic fuera culpable de aquellos acontecimientos, y los achacó a la Alianza Atlántica. Sin embargo, según el actual mandatario serbio, Milosevic debería haber evaluado la situación de otra manera y haber tomado decisiones más rápidas para reducir los daños económicos y salvar vidas humanas.
"Después de unos días, lo habría dejado, con mi dimisión o lo que fuera. Fue demasiado tiempo, 78 días", declaró el mandatario.
Los bombardeos tuvieron lugar desde el 24 de marzo hasta el 11 de junio de 1999. Durante aquellos 78 días, la OTAN lanzó un total de 2.300 misiles contra 990 objetivos y 14.000 bombas sobre el territorio de Yugoslavia. Solo en la capital, Belgrado, cayeron 212 bombas. También fueron lanzadas entre 10 y 15 toneladas de uranio empobrecido que provocaron un desastre ambiental y la multiplicación por cinco de los casos de enfermedades oncológicas.
Esos dos meses y medio de ataques aéreos incesantes se cobraron la vida de más de 2.000 civiles, entre ellos 88 niños, y dejaron 6.000 heridos.