Un tribunal británico rechaza la inmunidad del rey emérito Juan Carlos I y abre la puerta a que sea juzgado por acoso
El Tribunal Superior de Justicia de Londres ha determinado que el rey emérito español, Juan Carlos I, no tiene inmunidad legal en Reino Unido, como sostenía su defensa ante la demanda presentada por su examante, Corinna Larsen, por acoso.
Así, el exmonarca podrá ser juzgado en el Reino Unido por la querella presentada en su contra por Larsen, con quien Juan Carlos de Borbón tuvo una relación extramatrimonial entre 2004 y 2012, fecha a partir de la cual la mujer denuncia que comenzó el acoso, con episodios de seguimiento ilegal y difamación.
"La reclamación de la demandante se basa en una conducta de acoso por parte del demandado" y "tales actos no entran dentro de la esfera de la actividad gubernamental o soberana", sostuvo el tribunal para argumentar por qué se rechaza la demanda de inmunidad.
Durante el desarrollo de la vista oral la defensa del Juan Carlos I, representada por el letrado Daniel Bethlehem, sostuvo que el demandado conservaba la inviolabilidad de la que gozó hasta su abdicación en 2014 debido a que continuaba siendo "soberano" por su título de rey emérito y era miembro de la Casa Real española.
Por su parte, Larsen aseguraba en su escrito de acusación que el exmonarca había utilizado "a los agentes del Estado español y mercenarios para intimidarla a ella y sus hijos, influir negativamente en sus exmaridos, su hija, su hijo y muchos de sus amigos alegando que la demandante le había robado y no era de fiar".
Vuelta a España en entredicho
Esta sentencia del Tribunal Superior de Londres llega en un momento en el que había trascendido que Juan Carlos I pretendía regresar a España antes del verano, en principio de manera temporal, desde Abu Dabi, donde reside desde agosto de 2020.
Los rumores de su vuelta a España se produjeron después de que la Fiscalía española archivara todas las causas que mantenía abiertas en su contra relacionadas con la evasión de impuestos y delitos análogos, toda vez que, aunque daba veracidad a los hechos, estimaba que se encontraban prescritos o cubiertos por la inviolabilidad.