El ministro de Agricultura y Protección del Consumidor de Baden-Wurtemberg, Peter Hauk, propuso dejar de consumir el gas y el petróleo ruso por motivos de apoyo de la libertad en Europa. Según los alemanes, estos deberían asumir el cese de la compra de los hidrocarburos, a pesar de su interés legítimo por calentar sus viviendas.
"Debemos cerrar la válvula del dinero de Putin", sostuvo el viernes pasado desde la tribuna del Parlamento territorial. "Esto significa que también tenemos que cerrar los grifos de gas y de petróleo para que la libertad en Europa tenga una oportunidad". Su argumento clave fue que "se puede soportar los 15 ºС en invierno con un suéter". "Nadie muere por eso", afirmó.
El llamamiento del político y miembro del partido Unión Demócrata Cristiana provocaron una respuesta contundente de la Asociación Alemana de Inquilinos del mismo estado federado, que calificó de "mundana" su idea de "congelación por la paz". El ministro no comprende que los ancianos y las personas que trabajan desde casa corren el riesgo de enfermarse estando expuestas a la temperatura propuesta incluso con el suéter puesto, valoraron en esta organización no gubernamental.
"Con un salario ministerial o una pensión presidencial puede pagar los costos de energía que se disparan y no necesita congelarse", dijo el presidente de la asociación regional, Rolf Gassmann, quien recomendó al ministro enfocarse en "las ayudas económicas a las personas de bajos ingresos". Además, le recordó a Hauk que las normativas vigentes requieren que los propietarios alemanes garanticen la posibilidad de calentar cada habitación a 22 grados.
La Unión Europea declaró hace unos días que reducirá gradualmente su dependencia del petróleo y el gas suministrado por Rusia hacia el año 2030. La comunidad "no puede confiar en un proveedor que nos amenaza explícitamente", dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
A su vez, el presidente Vladímir Putin anunció el 23 de marzo que Rusia solo aceptará los pagos por el suministro de gas a los países no amistosos en rublos rusos. La iniciativa fue rechazada este lunes por el vicecanciller y ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck, quien habló en nombre de todos los países miembros del G7.